Santi Nolla

Vinicius tuvo más protagonismo como emblema que como jugador de fútbol en el partido que España y Brasil empataron en el Bernabéu. Los más destacados del encuentro fueron Lamine y Rodrygo, dos futbolistas de talento muy alejados del teatro y las provocaciones, centrados en jugar bien al fútbol y representantes de esas generaciones de jóvenes comprometidos con su oficio y la sociedad sin aspavientos. El día de Vinicius fue para Lamine y Rodrygo y hasta para Endrick, el joven brasileño fichado por el Madrid que marcó un gran gol en el que será su estadio y dio indicios en poco tiempo de que sigue más la estela de Vini que la de Rodrygo, con tanta calidad como gestos ostensibles en el terreno de juego. Le enseñaron una amarilla.

España dispuso de dos penaltis que no se hubieran señalado con el VAR, pero que al ser amistoso el encuentro pasaron como penas máximas. La última, que transformó Brasil al límite del tiempo sí fue clara. España solo hizo cambios a partir del minuto 80, demasiado tarde en un encuentro amistoso, tras una primera parte espléndida de la selección con un Lamine Yamal en fase estrella mundial y un Brasil con Vinicius reducido por Carvajal y Le Normand y mucho más flojo que Colombia en la primera parte. Los cuatro cambios brasileños, sin embargo, le dieron otro aire y fueron mucho más incisivos tras el descanso.

La selección notó la presencia de Rodri en el mediocampo. Mejora mucho esa zona cuando está el jugador del Manchester City al mando y la capacidad de desborde de Lamine fue clave para que el equipo de De la Fuente se adelantara en el marcador. El jugador del Barça fue ovacionado en el Bernabéu al salir sustituido en los últimos minutos, con gente de pie aplaudiendo tras una gran actuación, en un buen gesto de los aficionados del estadio madridista. Fue el mejor. A los 16 años su actuación eclipsó cualquier otro protagonismo. España mejoró su juego respecto al encuentro ante Colombia en un partido frente a Brasil poco amistoso pero con detalles interesantes de futuro.