Santi Nolla

Raphinha estuvo a su máximo nivel ante el PSG en París y, en cambio, Mbappé no estuvo a la altura de su extraordinario fútbol. El brasileño hizo el papel del francés y reinó en el parque de los príncipes, cuando la corona estaba reservada para Kylian. La táctica de Xavi buscó los espacios para que Raphinha pudiera correr y la de Luis Enrique fue más presionante en campo contrario y le llevó a un ataque estático. Mbappé necesita metros, pero no estuvo tan mal como la prensa francesa dijo. No realizó un buen partido, pero dispuso de un chut que pudo haber sido gol. En un mal día pudo decidir. Como Dembélé, que estrelló un balón al palo que hubiera supuesto el 3-1 y un resultado muy difícil de superar. Pero el Barça se rehizo de la reacción francesa y eso muestra carácter.

Xavi debe estar pensando si va con todo a Cádiz (todo no porque no están ni Lewandowski ni Cancelo ni Iñigo) o hace cambios necesarios para poder estar en las mejores condiciones para la vuelta ante el PSG. Está bien que algunos titulares descansen. Sin Lewy parece la hora de Vítor Roque. También en la delantera es el momento de dar minutos a Ferran, que acaba de salir de una lesión y necesita ritmo competitivo y, posiblemente, dar descanso al joven Lamine Yamal. También habría que ejercer la rotación con Gündogan, una pieza clave en el esquema de Xavi en la medular, y volver a dar la alternativa a Fermín en el titular. Los futbolistas del Barça afrontan la Champions con un nivel de concentración más alto que LaLiga porque una la ven factible y en la otra compiten, pero sin la fe de la primera.

El Cádiz se está jugando el descenso e irá con todo esta noche. Mauricio Pellegrino, el entrenador del conjunto andaluz, jugó en el FC Barcelona y está luchando bien con su equipo, aunque es difícil superar los buenos registros en los últimos años de Sergio González, a quien sustituyó esta misma temporada. El Barça debe agarrarse aún a esta Liga porque aún tiene posibilidades matemáticas de conseguir el título, pero con la prudencia y la inteligencia debida para maximizar el encuentro ante el PSG.