'Tarzán' Migueli
Cuando uno pierde dándolo todo, nada se le puede reprochar y ese fue el caso del Barcelona en San Mamés. El equipo de Xavi y el Athletic nos brindaron un gran partido de eliminatoria de Copa del Rey, en el que cualquiera pudo haber ganado. Ahora bien, se repitieron errores que vienen siendo habituales: como ya nos tienen acostumbrados, el equipo salió dormido, con la caraja y poco tenso. Son errores de concentración, el futbol es un juego de errores y este año nos ha tocado padecer con esos errores.
No había pasado un minuto y ya un gol en contra. Lo mismo en la segunda parte: a los tres minutos otro gol. Estas cosas se deben hablar para salir atentos y concentrados. El primer gol es una pérdida de balón cuando el Athletic apretaba muy arriba y supo sacar petróleo.
Hubo momentos en los que tanto el Athletic como el Barça tuvieron sus oportunidades para marcar, pero el Athletic estuvo más acertado cara a puerta, con unos hermanos Williams que trajeron la emoción y los goles, uno de ellos extraordinario. Frenkie de Jong me gustó, tuvo una tarde de derroche, tomando las riendas. Estuvo bien, ayudando en defensa y suministrando al ataque.
Sobre todo, me quedo con el buen trabajo de la cantera, con cuatro canteranos de 16 y 17 años. A ninguno le tembló el pulso para afrontar y dar la cara en un partido de tanta importancia y eso dice mucho a favor de Xavi, al que no importa quitar a las estrellas y poner a gente joven. Tiene que sentirse bien porque los chavales dieron todo con muy buena actitud.