Xavier Bosch

Primicia de Mundo Deportivo. Frenkie de Jong debe decidir si acepta una oferta de renovación muy a la baja o consigue irse a un club que pague 100 millones de euros por él. Habrá cola. No hay, en Europa, un centrocampista de sus características, encandila a los grandes entrenadores (Guardiola incluido) pero la crítica, en Barcelona, le ha negado siempre el pan y la sal. Esperan, dice, que sea el del Ajax, cuando por compromiso, por madurez y por fútbol está algunos peldaños por encima del jugador que aterrizó en el Camp Nou en julio de 2019.

Ya en el primer verano con Xavi y a pesar del entrenador, el club quiso traspasarle para hacer caja. En el mismo día que Laporta firmaba la renovación a Dembélé a bombo y platillo, a Frenkie se le comunicó que se buscase equipo. El ‘mobbing’ llegó a tal punto que, saltándose la confidencialidad, se filtró su sueldo. Y se filtró mal, interesadamente, ocultando que pasaba a cobrar mucho más porque en las dos temporadas de COVID aceptó diferirse gran parte del sueldo.

Ahora, se le tira en cara que toca demasiado el balón y que solo lleva un gol y una asistencia en lo que va de curso. Por el amor de Dios. Si es el único que defiende por dos, que saca el orgullo cuando las cosas van mal, que supera líneas defensivas con su cambio de ritmo. Si es el que saca el balón entre los centrales, ¿cómo va a dar pases de gol? Gira bien, ordena y es un crack entre mediocres. No hay otro como él. Y, con 26 tacos, es de los pocos de la plantilla que está en su cumbre deportiva. Ni es menor de edad ni ha venido a jubilarse a Barcelona. ¿100 millones de euros para qué? ¿Para fichar a uno peor?

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De Jong: ¿el Barça se sacará al mejor de encima?

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15.02.2024

Xavier Bosch

Primicia de Mundo Deportivo. Frenkie de Jong debe decidir si acepta una oferta de renovación muy a la baja o consigue irse a un club que pague 100 millones de euros por él. Habrá cola. No hay, en Europa, un centrocampista de sus características, encandila a los grandes entrenadores (Guardiola incluido) pero la crítica, en Barcelona, le ha negado siempre el pan y la sal. Esperan, dice,........

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