Xavier Bosch

Anoche sí, montaña mágica y un gran Barça. El equipo fue recibido en Montjuïc con bengalas, el equipo salió enchufado y Fermín encendió el pebetero. Xavi le puso para ser intenso, para romper líneas, para ser vertical y para llegar al área. Y, obediente y comprometido, el joven andaluz hizo los deberes. A los 14 minutos, Fermín ya había rematado tres veces a portería. En las dos primeras la quiso pegar demasiado fuerte. A la tercera, aprovechó el pase de la muerte perfecto para poner de cara la eliminatoria. A partir de su gol, el Nápoles tuvo que ir a remolque durante 80 minutos. Y el Barça jugó junto, solidario, concentrado, a ratos arrollador, y con una garra que no le habíamos visto en toda la temporada. Ya habrá tiempo de rasgarse las vestiduras por no ver siempre tanto esfuerzo, pero es hora de valorar qué en la noche más importante de la temporada, y a pesar de las muy numerosas bajas, el Barça funcionó en lo individual y en lo colectivo hasta la extenuación. Ya sabemos que Lamine Yamal tiene un talento único, que Pau Cubarsí fue el MVP en su debut en la Champions, anulando a Osimhen de una forma apabullante, y que Lewandowski puede meter un gol aunque no haya olido el balón en toda la noche. Pero hay cinco nombres que deber ser destacados de la victoria que significa un auténtico alivio de club. Por una parte, Sergi Roberto. El capitán entró al campo, junto a Oriol Romeu, cuando Xavi más sufría porque su equipo había perdido el balón y, peor aún, el control. Con el capitán en el doble pivote, el Barça recuperó el balón, ganó consistencia y creó ocho ocasiones de gol y su doble pared con Gündogan y Lewandowski significaron el 3 a 1 de la tranquilidad.

Los otros cuatro nombres son cuatro jugadores habituales pero que juegan fuera de su lugar sin que les guste mucho. Uno, Raphinha. Jugando a pierna natural por la izquierda, ahí donde no disfruta, marcó las diferencias. Regaló el primer gol y fue decisivo en el segundo. También por la izquierda, donde Cancelo pierde prestaciones, acabó por ser definitivo por su buen remate al primer toque para el 2-0. Christensen, cada vez más fiable en el medio centro aunque él se siente central, cortó mucho pasando la escoba cuando se colaba algún napolitano no detectado. Y, finalmente, Koundé. Su mejor partido defensivo en el lateral en mucho tiempo. Le tocó frenar al mejor delantero rival, Kvaratskhelia, y se impuso en el 100% de los duelos. Así sí. Como dijo Xavi, lo importante es el Club. La primera gran noche en Montjuïc.

1. Para el partido del año, Xavi escogió a 12 jugadores de la cantera sobre el total de 22 convocados. A ver cuánto tiempo tardamos a tener otro entrenador con esta sensibilidad por La Masia.
2. El Barça de Grimau perdió de 7 puntos en Vitoria. ¿Cuántos tiros libres falló el Barça? Siete. No hace falta decir nada más. Ser los peores de la ACB y de la Euroliga en esta faceta, imperdonable.
3. El último Liverpool-City (1-1) fue un homenaje al fútbol. Los duelos Klopp-Guardiola no podían tener un mejor colofón. Ataque, presión y ocasiones durante 90 minutos. Eso sí, los dos goles a balón parado. Uno de córner y el empate de penalti.
4. Jude Bellingham debe pensar que es mucho más barato tirar a rivales al suelo a empujones a cada partido, que soltarle al árbitro que “it’s a fucking goal”. Para él, roja y dos partidos de sanción. Para Vinicius, amarilla y gracias.
5. Después de las disculpas de Vinicius a Mingueza, ¿no están tardando a pedir el Premio Nobel de la Paz para el brasileño?

A la chita callando, otro título más para el Barça de hockey patines, una sección tan fiable como el balonmano o el fútbol femenino, pero con mucho menos marketing. El pasado fin de semana, los de Edu Castro lograron la Copa del Rey, la tercera consecutiva, la quinta del único entrenador que le queda a Laporta como herencia del pasado. Edu Castro cogió las riendas en 2017, sustituyendo a Ricard Muñoz, y desde entonces el juego del equipo ha rozado la excelencia. En España, no hay rival como lo demuestra las 5 Ligas ganadas de seis posibles. Ver jugar a los Bargalló, Alabart o Llorca es siempre una gozada. La bola va tan rápida, en los pases y en las transiciones que hasta cuesta de verla. Los goles son espectaculares. Y no se cansan de ganar. El reto es Europa. La máxima competición se resiste desde 2018, pero el Barça siempre está ahí, compitiendo hasta el final. Como escribió el periodista Jordi Mélich, de L’Hospitalet como el míster, “Edu Castro, brillante entrenador, maravillosa persona. Siempre en mi equipo”. Pues parece que no está claro. Esperemos que no le nieguen la renovación a Edu Castro para poner a otro amigo en el cargo.

Tenía que ser un tema meramente futbolístico y, al final, por unos egos y una disciplina mal entendida, la selección española se deja escapar a Brahim Díaz, quizá el jugador más desequilibrante nacido en la península ibérica. Mañana sabremos si Marruecos convoca al habilidoso delantero del Real Madrid y, así, España pierde la posibilidad de tener un regateador en corto como no hay otro en el fútbol español. El malacitano, antes de decidir en cuál de sus nacionalidades escogía jugar, ha querido saber qué planes tenía para él el seleccionador español. De la Fuente, el hombre que aplaudía a Rubiales en la patética asamblea del “no voy a dimitir”, no se ha querido casar con nadie, ni sentirse presionado por un jugador que tan solo pedía tener las cartas boca arriba. Tras haber jugado en la Sub-21 con España, a los 24, y en su mejor momento, Brahim jugará con Marruecos. Recordemos que, en sus inicios, fue un jugador que se fue al City a los 17 años, y no al Barça, porque aquí no quisieron pagar los casi 5 millones que pedía el Málaga.

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Fermín encendió el pebetero

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13.03.2024

Xavier Bosch

Anoche sí, montaña mágica y un gran Barça. El equipo fue recibido en Montjuïc con bengalas, el equipo salió enchufado y Fermín encendió el pebetero. Xavi le puso para ser intenso, para romper líneas, para ser vertical y para llegar al área. Y, obediente y comprometido, el joven andaluz hizo los deberes. A los 14 minutos, Fermín ya había rematado tres veces a portería. En las dos primeras la quiso pegar demasiado fuerte. A la tercera, aprovechó el pase de la muerte perfecto para poner de cara la eliminatoria. A partir de su gol, el Nápoles tuvo que ir a remolque durante 80 minutos. Y el Barça jugó junto, solidario, concentrado, a ratos arrollador, y con una garra que no le habíamos visto en toda la temporada. Ya habrá tiempo de rasgarse las vestiduras por no ver siempre tanto esfuerzo, pero es hora de valorar qué en la noche más importante de la temporada, y a pesar de las muy numerosas bajas, el Barça funcionó en lo individual y en lo colectivo hasta la extenuación. Ya sabemos que Lamine Yamal tiene un talento único, que Pau Cubarsí fue el MVP en su debut en la Champions, anulando a Osimhen de una forma apabullante, y que Lewandowski puede meter un gol aunque no haya olido el balón en toda la noche. Pero hay cinco nombres que deber ser destacados de la victoria que significa un auténtico alivio de club. Por una parte, Sergi Roberto. El capitán entró al campo, junto a Oriol Romeu, cuando Xavi más sufría........

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