Xavier Bosch

El domingo empezó de la peor manera, acudiendo a un funeral. Ahí encontré a Jordi Roura, amigo de Tito Vilanova, su mano derecha en la Liga de los 100 puntos, y descubridor de no pocos talentos jóvenes que ahora triunfan en el Barça. Hablamos de fútbol e hicimos vaticinios sobre lo que pasaría en el Santiago Bernabéu. Para no caer en el pesimismo de la semana trágica culé, coincidimos en la bendición del cielo que es que Lamine Yamal y Pau Cubarsí estén jugando en el Barça. Y que lo estén haciendo a un nivel tan alto, tantos partidos, siendo ya titulares. Como dijo Roura, “estamos normalizando una situación, que no tiene nada de normal”. Cierto.

Por la noche, Lamine Yamal se zampó a Camavinga cómo y cuándo quiso… Y tiene 16 años. Y está siendo el MVP de la temporada del Barça. Cubarsí, que debutó también con 16, ya es el central de referencia en el primer equipo del Barça. Lo nunca visto. El mérito es de Xavi de ponerles y de darles una continuidad (como ya hizo con Gavi) cuando cualquier otro entrenador, teniendo que asegurar resultados, tiraría de veteranos. Y es que, ciertamente, es muy anormal, por no decir totalmente infrecuente, estar en la élite (y ya en la selección) a esta edad.

De la mano de Louis van Gaal, Carles Puyol debutó oficialmente, a los 21, Xavi Hernández lo hizo a los 18, Iniesta se afianzó en el primer equipo a los 20, la misma edad que Guardiola contó con Sergio Busquets. El propio Pep fue miembro de la plantilla del primer equipo a los 20 años. Todos ellos eran muy jóvenes. Lo de Lamine Yamal y Cubarsí, mucho más. Son de una precocidad, y de un nivel, alucinante. El gran legado de Xavi ha sido esta apuesta decidida y arriesgada.

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No es normal lo de Cubarsí y Lamine Yamal

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23.04.2024

Xavier Bosch

El domingo empezó de la peor manera, acudiendo a un funeral. Ahí encontré a Jordi Roura, amigo de Tito Vilanova, su mano derecha en la Liga de los 100 puntos, y descubridor de no pocos talentos jóvenes que ahora triunfan en el Barça. Hablamos de fútbol e hicimos vaticinios sobre lo que pasaría en el Santiago Bernabéu. Para no caer en el pesimismo de la semana trágica culé, coincidimos en la bendición del........

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