El lehendakari (nire doluminak, Iñigo Urkullu) se apresta a convocar las elecciones en Euskadi, muy probablemente para el 21 de abril. Dejará entonces, por fin, de manifestarse tanta ansiedad en algunas formaciones políticas. Son sorprendentes algunas coincidencias entre las oposiciones española y vasca, tan distantes ideológicamente: “¡Ponga ya las urnas!” “Cambio de ciclo” “Lista más votada”… El lehendakari y su Gobierno pueden exhibir logros. El final de legislatura ha sido fructífero. Las últimas leyes aprobadas han tenido dos características clave: la materia regulada está íntimamente unida a la pulsión social y a las preocupaciones ciudadanas y el alto consenso alcanzado en la gran mayoría de ellas pese a que tocan fibra ideológica que normalmente nos ha dividido a los vascos. Leyes como la de Memoria Histórica y Democrática, de Transición Energética y Cambio Climático, de Transexualidad, de Cooperación y Solidaridad, de Infancia y Adolescencia han sido acordadas, de una manera u otra, con partidos de oposición. Pero se han aprobado otras normas muy importantes como las de Educación, Salud Pública, reforma de la RGI o Empleo. Especialmente significativa ha sido la andadura de la de Empleo. Tras un inicial acuerdo de bases histórico que agrupaba a más del 90% del Parlamento, EH Bildu y Elkarrekin Podemos se han ido desligando de la ley con argumentos de cariz ideológico. En su primera entrevista como candidato de EH Bildu a lehendakari (Gara, 15 de enero), Pello Otxandiano respondía así a la pregunta sobre qué había “fallado”: “Hay consenso en que los intereses corporativos han pesado mucho, y me refiero a intereses que puedan tener tanto los partidos, pero también los agentes educativos, sindicatos y demás. Cuesta anteponer los intereses de país a los intereses corporativos y creo que nos falta cultura política”. Atención, porque no habla de la escuela pública o concertada, de modelos lingüísticos, de segregación, de euskera como lengua vehicular, que fueron los argumentos en que se basó el voto negativo, sino de intereses varios. Y habla luego de ser “generosos”. Alguien diría que suena a confesión.