Advenimiento del humilde carbonero. El muñeco con boina y cachimba, portado en andas en Nochebuena. Las majestades del oro, el incienso y la mirra, a lomos de dromedarios en la víspera de la Epifanía. Prólogo y epílogo de las Navidades. Olentzero baja desde Lesaka. Los Reyes Magos vienen de Oriente. Todos agasajados ante la fachada barroca de la Casa Consistorial. Todos traen regalos. La mayoría de los regalados reciben doblete, aunque varíe la entidad del obsequio según prioridad en las devociones. Las acogidas populares, multitudinarias. Las comitivas, distintas. Olentzero, con pretensiones de parafernalia rural. Los Reyes, entrada a lomos de cabalgaduras rumiantes y desfile en carrozas motorizadas. La primera presencia de Olentzero en Iruñea se sitúa, sin total certeza de rigor, en 1959. Este mismo año comenzó a emitir experimentalmente desde Villava Radio Popular/EAK4. En agosto de 1962 inauguró estudios y oficinas en la calle Mercado. El 24 de diciembre no cerraba sus emisiones –algo común en aquellos tiempos– y emitía en directo “La Nochebuena de los que trabajan”, con su dominico director José Luis Gago al micrófono y el hermano lego fray Manuel a los mandos del control. El programa comenzaba después de la Misa del Gallo, retransmitida desde la Iglesia de Santo Domingo. Tres o cuatro voluntarios a bordo de un Seat 600 –el utilitario de la época– repartíamos aguinaldos por diferentes servicios públicos. De vuelta a la emisora, contábamos lo vivido. No había unidades ni teléfonos móviles. Olentzero ha pasado de prohibido y clandestino tolerado, a oficial. Ibarrola ha permitido kalejiras. Mola. Hoy recupera las “cadenetas” de dantzaris. Ojo a la que monte la alcaldesa al frente de la Corporación. Con la ira como impulso, coloca último a Asiron y sale despedido. Olentzero y Reyes circulan con el trafico cortado y son recibidos por la primera autoridad municipal. Este año, Olentzero al balcón. Ibarrola, de Mari Domingi.