Un paso histórico y una contradicción
El reconocimiento por primera vez a 12 navarras y navarros de su condición de vícimas de la violencia política por parte del Estado, cuerpos policiales o grupos de extrema derecha es un hito político, pero sobre todo humano. Es evidente que ETA acumula a la mayor parte de las víctimas de la violencia que ha padecido este país en las últimas décadas, pero negarse a admitir la existencia de un terrorismo derechista, de la guerra sucia impulsada desde los aparatos del Estado, de las desapariciones o de los casos de malos tratos y torturas supone un absurdo intento de discriminar la realidad y de intentar ocultar una parte del sufrimiento humano generado por las diferentes violencias. El reconocimiento y la reparación son dos pasos claves en la consolidación de la memoria frente al olvido y la base de la convivencia........
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