Quienes firmamos esta carta nos sumamos a la exigencia de Gurelur de paralizar la reforma de Beloso por su carácter de despropósito ambiental y social. La proyectada obra de construcción de un carril-bici, previa destrucción del arbolado existente en la cuesta (más el trasplante de algunos ejemplares como maniobra de greenwashing de dudosa eficacia) responde en primera instancia a la captación de fondos europeos para generar actividad, no a una necesidad detectada entre la ciudadanía, a la que una vez más se ha dejado como mera espectadora de una decisión tomada a sus espaldas.

El supuesto carácter verde del proyecto no es más que una coartada para justificar su ejecución, pues además de atentar contra un elemento verde (ese sí) como es el arbolado existente, no plantea ninguna reestructuración del actual modelo de movilidad urbana: antes se sacrifica el arbolado (total, como están enfermos…) que cualquier mínima franja del terreno ocupado (o conquistado) por los cuatro carriles para coches más la mediana que los separa.

Inicio de las obras del carril bici en la Cuesta de Beloso Patxi Cascante

No nos engañemos, o, por mejor decir, que no nos engañen: bajo el vestido verde de la intervención en Beloso sólo se oculta un afán por crear actividad económica en la Comunidad Foral financiada en buena medida con fondos ajenos, llámense éstos verdes o de cualquier otro color. El PIB crecerá, pero nuestro patrimonio natural (y nuestro bienestar) se verá mermado.

Entre la ciudadanía se va asumiendo cada vez más mayoritaria y transversalmente la necesidad de alterar el sistema de valores que hasta hace poco ha primado en el planeamiento urbano, otorgando al arbolado un papel preeminente y no meramente ornamental como hasta ahora.

Ese protagonismo deriva de su eficacia en lo que a mitigación y adaptación al fenómeno del calentamiento global y (no lo olvidemos) local, se refiere. La asunción de este postulado es lo que nos proporcionó, como Plataforma Noparking Ez, el impulso y la convicción necesarias para oponernos a la construcción del aparcamiento subterráneo de la calle Sangüesa con la consecuente tala del arbolado de la calle que dicha obra habría supuesto. No parece que esa sensibilización avance al mismo ritmo en las administraciones públicas. El reto consiste en ampliar la cobertura arbórea de la ciudad, no en sustituir arbolado existente por arbolitos jóvenes, que para cuando quieran empezar a darnos sombra, ya estaremos achicharrados. Baste ver que los últimos 9 años (de 2015 a 2023) han sido los más cálidos desde que hay registros (1850), siendo precisamente el pasado 2023 el que ostenta el récord por ahora.

Da la sensación de que en las instancias político-administrativas existen aún resistencias a abandonar el viejo modelo de desarrollo enfocado al crecimiento por medio de iniciativas constructivas de una u otra índole (revestidas, de preferencia, con un barniz medio ambiental). En este sentido, el proyecto de remodelación de la cuesta de Beloso es una concesión más a un modelo periclitado y agonizante pero que sigue dando sus (esperemos) últimos coletazos.

*Ignacio Bidegain y 30 vecinos de la Plataforma No Parking Ez