Los bloqueos de carreteras que se imponían por la fuerza en diferentes regiones ocasionaron cuantiosos perjuicios para la economía del país, pero también fueron aprovechados por personas que buscaban ganancias fáciles en medio del desorden imperante.

Uno de los últimos informes del Gobierno daba cuenta de que las pérdidas económicas en las primeras dos semanas de bloqueos, por parte de sectores afines a Evo Morales, ascendían a unos 1.000 millones de dólares, además de que la imagen del país se deterioró en el contexto internacional, por lo que los empresarios e industriales pueden perder importantes nichos de mercado que tanto esfuerzo les ha costado conseguir.

En los últimos días, transportistas afectados por los bloqueos lograron grabar imágenes y audios que demuestran, aparentemente, los cobros que se realizaban en las carreteras. Los montos, dependiendo del tamaño del vehículo, oscilaban entre 10 y 50 bolivianos.

Uno de los afectados comentaba que, en unas cinco trancas, ilegales, tuvo que desembolsar unos 150 bolivianos.

Asimismo, cuando hay este tipo de cortes en las rutas del país, personas que tienen motocicletas o vehículos pequeños transportan a los pasajeros de un punto a otro, servicio por el cual cobran sumas elevadas, aprovechando la desesperación de la gente que tiene la urgencia de llegar a su destino.

También están los propietarios de algunos ómnibus que captan pasajeros cerca de las terminales autorizadas y les prometen llegar a un determinado punto por caminos alternos. Al final, no logran su cometido y las personas pierden tiempo y dinero.

En suma, los bloqueos, además de causar sensibles pérdidas económicas al bolsillo de los más de 12 millones de bolivianos, son aprovechados por personas inescrupulosas que cobran sumas elevadas por un determinado servicio.

Las personas afectadas por estos cobros ilegales exigían que el Gobierno, mediante las entidades encargadas de mantener el orden público, restituya el estado de derecho y que no permita que se sigan cometiendo estos delitos.

Asimismo, al grueso de la población le extrañó la inacción del Gobierno ante los bloqueos, como el implementado por los seguidores de Evo Morales, pues no intervino para despejar las vías, solo esperó que los bloqueadores desistan de la medida, en este caso declaren cuarto intermedio como ocurrió la noche del viernes.

En otros casos, la Policía, por instrucción del Gobierno, se apura en intervenir los bloqueos, con el argumento de que no se puede atentar contra la economía del país y menos contra el derecho de la gente de transitar libremente por todo el territorio nacional.

El bloqueo de carreteras, como protesta social, debería ser desterrado de una vez, porque es un gran perjuicio para el país, mientras que las autoridades interpeladas siguen disfrutando de todos sus privilegios.