El bochorno ha llegado a límites exagerados en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Diputados “evistas”, “arcistas” y de la oposición no pueden (o no quieren) avanzar en el tratamiento de leyes que agendaron para una sesión ordinaria que, hasta la fecha, se hace eterna.

El punto de la discordia es el orden del día de la sesión. Los asambleístas afines al jefe nacional del MAS, Evo Morales, y los de la oposición insisten en que primero se debe tratar los proyectos de ley 073 y 075, que se refieren a la prórroga de los magistrados y a la suspensión de plazos procesales. Mientras que los “arcistas” aseguran que la prioridad es la aprobación de créditos que son necesarios para implementar obras para las diferentes regiones.

Asidos a este pretexto (porque es solo eso, una excusa), ambos bandos se han atrincherado en sus posiciones intransigentes y no permiten que la sesión avance un solo milímetro, es decir, no comen ni dejan comer.

Las personas que ingresan al sitio oficial de Facebook de la Cámara de Diputados, a la transmisión en vivo, observan discusiones triviales, insultos, denostaciones y enfrentamientos físicos entre diputados oficialistas y de la oposición, sin que estas autoridades se sonrojen siquiera, y cada bando defiende a ultranza su postura.

Los diputados reciben sus salarios (22.633 bolivianos) puntualmente, además de viáticos, alimentación, crédito para teléfono, lo que no sucede con otros miles de trabajadores que tienen sueldos menguados.

Sin embargo, los denominados padres de la patria no cumplen con su trabajo y en las últimas semanas solo han protagonizado escándalos en el hemiciclo parlamentario, tratando de justificar, todo el tiempo, sus actitudes bochornosas que, lamentablemente, provocan un daño económico enorme al país.

La situación en la Cámara de Diputados cambiaría radicalmente si los asambleístas dejaran de lado sus intereses partidarios y, de buena fe, trabajarían para acordar fórmulas que permitan aprobar los proyectos de ley que se han agendado para esta sesión.

Pero, si continúa el diálogo de sordos entre los asambleístas, es muy difícil que se logre avanzar en la aprobación de leyes que tienen en vilo al país, con la amenaza de bloqueo de carreteras que han cobrado la vida de al menos media docena de personas.

Los asambleístas deben tener en cuenta que fueron elegidos para trabajar por la población y no para sus partidos políticos, por lo que deberían, de una vez por todas, despojarse de sus actitudes mezquinas y aprobar las leyes más convenientes, porque legislar es una de las principales funciones del Órgano Legislativo.

La población espera resultados que le beneficien y no más escándalos que abundan en el mundo de la farándula, pero que no deberían suceder en el Órgano Legislativo.