Las filas para cargar gasolina en las estaciones de servicio que aún tienen este combustible son cada vez más largas y los precios de los alimentos de primera necesidad se incrementan. Esos son dos de varios perjuicios que ocasionan los bloqueos de carreteras que se implementan desde el pasado 22 de enero en diferentes regiones del territorio nacional.

El Gobierno informó que las pérdidas a causa de esta medida de presión son cuantiosas y ascienden a 128 millones de dólares por cada día que se interrumpe el libre tránsito a los miles de vehículos que llevan carga y pasajeros.

Además, el perjuicio económico millonario tiene connotaciones aún más perjudiciales. Una de ellas es que la imagen de la industria boliviana se deteriora, debido a que no se cumplen los contratos que se han firmado con empresas del exterior o países vecinos, lo que puede implicar la pérdida de importantes nichos de mercado.

La gente que viaja se queda varada en las carreteras, con hambre y frío y el riesgo de enfermar, además de que los pequeños, medianos y grandes emprendedores ven con impotencia cómo se daña la mercadería en sus camiones, sin que los bloqueadores muestren un mínimo de humanidad o empatía con los afectados.

Las personas o grupos que asumen la extrema medida del bloqueo de carreteras deben entender, de una vez por todas, que los bloqueos perjudican a la población en general y no a las autoridades interpeladas, por lo que deberían desistir de implementar este tipo de protestas.

En las últimas semanas se han incrementado las voces que piden que se elabore y apruebe una ley que prohíba los bloqueos de caminos, por el perjuicio irreparable que implican para la economía del país.

Si la situación económica es ya precaria para miles de familias en Bolivia, con los bloqueos la misma se exacerba, porque el precio de los alimentos sube cada día, lo que puede deteriorar la salud de las personas.

En los primeros días de bloqueo, en la ciudad de La Paz se reportó la muerte de una mujer que debía trasladarse a Santa Cruz, por motivos de salud, y de un hombre en el Trópico de Cochabamba por un ataque cardiaco.

Las personas tienen derecho a la protesta, pero no pueden perjudicar el libre tránsito de la población, porque las personas necesitan ingresos diarios para comer, vestirse y estudiar.

Interrumpir el tránsito por las carreteras no solo implica un grave perjuicio para la economía del país, sino también porque se bloquea el presente de millones de personas que con trabajo buscan mejorar su situación económica para lograr una mejor calidad de vida.

Los bloqueos que se implementan en las carreteras, cada vez con más frecuencia, provocan daños irreversibles al desarrollo nacional y de sus habitantes.

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Bloqueos estropean la economía

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30.01.2024

Las filas para cargar gasolina en las estaciones de servicio que aún tienen este combustible son cada vez más largas y los precios de los alimentos de primera necesidad se incrementan. Esos son dos de varios perjuicios que ocasionan los bloqueos de carreteras que se implementan desde el pasado 22 de enero en diferentes regiones del territorio nacional.

El Gobierno informó que las pérdidas a causa de esta medida de presión son cuantiosas y ascienden a 128 millones de dólares por cada día que se interrumpe el libre tránsito a los miles de vehículos que llevan carga y pasajeros.

Además, el perjuicio económico millonario tiene connotaciones aún más perjudiciales. Una de ellas........

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