Cuando solo faltan tres días para la realización del Censo Nacional de Población y Vivienda, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ratificó que toda la logística para recolectar la información de los hogares está preparada. Mediante esta encuesta, el país podrá conocer cuántos bolivianos viven en territorio nacional, en qué condiciones se encuentran, si estudian o trabajan o si cuentan con servicios básicos, entre otros aspectos.

Y para que la encuesta nacional sea lo más fidedigna posible, es crucial que, primero, todas las familias esperen en sus hogares a los censistas y, segundo, respondan con la mayor precisión posible el cuestionario de 59 preguntas el sábado 23 de marzo próximo.

No está de más recordar que las nueve gobernaciones del país emitieron los autos de buen gobierno con las restricciones que regirán el día de la encuesta, las cuales deben ser acatadas por todos los bolivianos.

El Censo Nacional de Población y Vivienda, que se realiza normalmente cada 10 años, es sumamente importante para el país, porque permite planificar el desarrollo a mediano y largo plazo que debe encarar el Gobierno con todo su aparato estatal. Es decir, en base a la cantidad de habitantes y sus necesidades, se implementarán los proyectos que sean necesarios.

Si hay barrios, comunidades o ciudades que aún no cuentan con todos los servicios básicos, los diferentes niveles de Gobierno tendrán que priorizar este tema, porque no se puede permitir que haya aún bolivianos sin acceso a servicios fundamentales como agua potable, energía eléctrica y alcantarillado, entre otros.

Asimismo, el Censo es una radiografía que permite saber cuántos bolivianos carecen de empleo o tienen trabajos precarios, de modo que el Gobierno pueda invertir, junto con la empresa privada, en la generación de fuentes de trabajo, pero que sean estables y con los beneficios sociales que la Ley General del Trabajo dispone.

En suma, la información que las familias proporcionen a los empadronadores permitirá trabajar para mejorar la situación de los bolivianos. Ese es el espíritu de la gran encuesta nacional que se implementará en tres días en las urbes, en las áreas rurales y en los lugares más recónditos del territorio nacional, donde, seguramente, las necesidades son aún más grandes.

Acatar las restricciones, como la prohibición de consumir bebidas alcohólicas, es también importante para la buena realización de esta encuesta que, dicho sea de paso, ha costado mucho para que se lleve adelante, por los conflictos que hubo en medio.

El éxito del Censo depende de la cooperación entre los censistas voluntarios y la población, para que la información que se recolecte ese día sea la más precisa posible con el fin de construir un sólido futuro para todos.