Un hombre de 70 años murió en Santa Cruz, en el Plan Tres Mil, tras ser atacado por dos perros de la raza pitbull. El adulto mayor fue auxiliado por la Policía en una ambulancia, pero a causa de sus heridas falleció.

El testimonio de uno de los hermanos de la víctima da cuenta de que estos mismos animales habían atacado con anterioridad a unos perros de la zona, por lo que considera que los funcionarios de Zoonosis debieron haber asumido medidas preventivas para evitar que los vecinos de la zona sean víctimas, como en este caso.

Los ataques de los perros considerados de raza peligrosa se han reportado en diferentes ciudades del país y, en consecuencia, las alcaldías elaboraron reglamentos para una tenencia responsable. No obstante, estas normas no se aplican en el cien por ciento por algún aspecto técnico que no se ha resuelto completamente.

¿Se debe permitir la tenencia de perros considerados peligrosos? Sobre este tema, algunos sectores señalan que sería prudente no autorizar la crianza de determinadas razas por los ataques que se han reportado.

Otros sectores están de acuerdo en que se permita la tenencia de estas denominadas razas peligrosas, pero siempre y cuando sus propietarios asuman los cuidados correspondientes, es decir, que cumplan con los protocolos de seguridad para las personas que viven alrededor.

En el caso de Cochabamba, por ejemplo, la norma para permitir la tenencia de los canes de razas peligrosas señala, como requisitos, realizar trámites ante la Policía y la Alcaldía, además de obtener seguros para cubrir daños a terceros en caso de que sucediera un ataque.

Los dueños de estos animales deben saber cuán peligrosa es la mascota que tienen a su lado y cumplir todos los protocolos para evitar incidentes como el que ocurrió en Santa Cruz.

Los perros que son sacados a las calles deben tener bozales, porque eso evitaría, en caso de algún ataque, que la víctima sufra mordeduras que pueden causarle la muerte.

Sin embargo, la solución no es pagar una indemnización a la víctima, porque esta pueda quedar con secuelas físicas que le impidan realizar normalmente algunas tareas, ejercicios o su trabajo. Se debe apuntar a que no ocurran ataques por la irresponsabilidad de personas que tienen perros de razas peligrosas, pero que no asumen los cuidados que señalan las normas.

Los especialistas en animales afirman que un perro bien “educado”, sin importar que sea de una raza peligrosa, no ataca a las personas. Sin embargo, no se debe perder de vista que el potencial ataque de uno de estos animales puede causar mucho daño, por lo que los cuidados extremos no están por demás para precautelar la vida de las personas.