No es ya novedad que una lluvia de media hora ocasione inundaciones en el centro de la ciudad, así como tampoco lo es el hecho de que personas inconscientes siguen arrojando basura en calles, avenidas, parques, plazas y escombros en torrenteras o canales de agua.

El agua de lluvia, que en condiciones normales debería fluir por los desagües pluviales, se queda estancada en las calles o avenidas, anegando casas y provocando dificultades en los vehículos que circulan.

Tampoco es novedad que la basura obstruya las bocas de tormenta, por lo que el agua no ingresa a los canales y se queda sobre las vías o en las viviendas. Sin embargo, parte de la población sigue botando desperdicios en las calles, no solo restos pequeños, sino bolsas de gran tamaño.

En las últimas horas, el responsable de la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) de la Alcaldía de Cochabamba, Dennis Rosales, confirmó lo que ya se sabía, “que las inundaciones se deben en un 80% al mal manejo de la basura”. Es decir, que la gente la arroja donde no debe.

Pero, además de la basura que se deja en los espacios públicos, es también importante que las alcaldías elaboren proyectos para cambiar los sistemas de desagüe pluvial, así como los de alcantarillado, y se los construya con un horizonte de por lo menos tres décadas, o más.

Para eso se requiere proyectos bien diseñados, funcionales y que se puedan implementar sin ocasionar muchas dificultades a la población. A la par de resolver este acuciante problema, de los sistemas pluviales, se tendrá también que encarar la construcción de ductos para colocar los cables de los diferentes servicios básicos.

Pero, volviendo al tema de la basura, se debe enfatizar en el hecho de que botar desperdicios de toda naturaleza en los espacios públicos, muchos de ellos infecciosos, implica tener focos de contaminación que pueden propagar enfermedades, además de ser el “hogar” de alimañas de diferentes especies, unas más peligrosas que otras.

Dejar de botar basura es sencillo. Solo se requiere conciencia de que mantener los residuos en el bolsillo, la mochila o la cartera, o botarla donde corresponde, permitirá tener calles limpias, sin contaminación y, por ende, menor riesgo de propagar enfermedades.

La Alcaldía de Cochabamba aplica sanciones económicas elevadas a quienes arrojan basura en las calles, pero eso no logra disuadir a las personas irresponsables. Al contrario, quienes no han aprendido las más mínimas normas de urbanidad, arrojan sus desechos justamente donde existe un letrero que advierte que está prohibido botar todo tipo de residuos sólidos y escombros.

Es urgente cambiar de conducta antes que la basura se convierta en un problema mayúsculo, que cueste mucho tiempo y dinero resolver.

QOSHE - La basura de todos los días - Editorial
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La basura de todos los días

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28.02.2024

No es ya novedad que una lluvia de media hora ocasione inundaciones en el centro de la ciudad, así como tampoco lo es el hecho de que personas inconscientes siguen arrojando basura en calles, avenidas, parques, plazas y escombros en torrenteras o canales de agua.

El agua de lluvia, que en condiciones normales debería fluir por los desagües pluviales, se queda estancada en las calles o avenidas, anegando casas y provocando dificultades en los vehículos que circulan.

Tampoco es novedad que la basura obstruya las bocas de tormenta, por lo que el agua no ingresa a los canales y se queda sobre las vías o en las viviendas. Sin embargo, parte de la población sigue botando desperdicios........

© Opinión


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