La construcción de la Unidad de Radioterapia de Cochabamba, que es parte de la Ciudadela de la Salud, toma forma. La empresa contratista, según el último informe, avanzó en al menos cuatro áreas de la infraestructura. La obra gruesa está casi lista.

Pero, más allá de las columnas de hormigón que sostendrán esta vital infraestructura, su construcción, equipamiento y funcionamiento representan una gran esperanza para las personas que padecen cáncer porque podrán recibir tratamiento en esta unidad que, según lo planificado, será una de las más modernas de la región.

Quienes tienen la mala fortuna de tener cáncer se ven obligados a viajar a La Paz o Santa Cruz, donde funcionan ya unidades de radioterapia, con el consiguiente gasto de recursos económicos y el riesgo para su salud.

Por eso es importante que la construcción de esta unidad continúe hasta que se concluya la obra fina, sin más demoras, para después proceder al equipamiento y, finalmente, empiece a funcionar.

Una vez que se concluya la Unidad de Radioterapia, el impulso que finalmente se ha conseguido para construir la Ciudadela de la Salud, tras varios percances, no debe perder fuerza.

Apenas se termine la Unidad de Radioterapia, las autoridades encargadas de impulsar este proyecto deben seguir trabajando en la construcción del hospital del niño, el oncológico, el materno infantil, el gastroenterológico y el área de especialidades, entre otros.

La idea de contar con una Ciudadela de la Salud, con varios hospitales y especialidades, debe ser apoyada por todos los niveles de gobierno. No podría ser de otra manera, porque la salud es uno de los bienes más preciados que tiene la población.

En la Unidad de Radioterapia se aplicarán sesiones de radioterapia para destruir las células cancerosas y reducir tumores, lo que implica para un paciente la posibilidad de vencer esta enfermedad y mejorar su calidad de vida.

Contar con esta unidad y otras especialidades es vital para la región. Pero, la implementación de infraestructura médica no debe circunscribirse solo a la capital del departamento, sino que debe llegar a los diferentes municipios, de modo que quienes viven en el Valle Alto o Bajo, en el Cono Sur, en la zona Andina o en el Trópico tengan a mano hospitales bien equipados y con los mejores especialistas.

Asimismo, es importante que no se descuide la contratación del personal que estará a cargo de los hospitales, en número suficiente, como médicos, enfermeras y administrativos.

La salud no tiene colores políticos y para su buena marcha requiere del concurso de todos, autoridades y población en general. Sin descuidar la salud preventiva que permite ahorrar millones de bolivianos y evitar sufrimiento innecesario a las familias.