Tras la “histórica” inundación que sufrió la capital de Pando, Cobija, por la crecida sin precedentes del río Acre, el nivel del agua comenzó a retroceder, pero los daños en esta ciudad, tanto en las calles como en las viviendas, quedaron al descubierto, por lo que es momento de aunar esfuerzos y trabajar para reconstruir lo que se vino abajo.

Después del sufrimiento por el que atravesaron cientos, cuando no miles de familias en todo el país, la fase de la reconstrucción es la más compleja, porque se requiere ingentes cantidades de recursos económicos, personal especializado y, sobre todo, ganar tiempo. Es posible avanzar en este objetivo si alcaldías, gobernaciones y Gobierno central trabajan en forma coordinada por la población, dejando de lado sus colores políticos. Al fin y al cabo, la gente que cae en desgracia no entiende de política partidaria y menos le interesa este tema.

Cientos de familias en el país se quedaron sin hogares. Es decir, en este momento viven en casas de familiares o en albergues temporales, por lo que se requiere que los trabajos de reconstrucción se concluyan lo más rápido posible.

Uno de los últimos informes del Viceministerio de Defensa Civil señala que las lluvias en el país dejaron más de 36 mil familias afectadas y cerca de 900 viviendas destruidas en su totalidad.

El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, señaló que había al menos 43 personas fallecidas a causa de las lluvias; y que 5.542 familias fueron evacuadas por medios terrestres, aéreos y fluviales.

Estas familias requieren de toda la ayuda posible para que recuperen por lo menos sus viviendas en las que puedan vivir con dignidad, tomando en cuenta que, además, se quedaron sin muebles, documentos ni ropa, y lograron ponerse a buen recaudo con solo lo que tenían puesto.

Además de solucionar la reconstrucción de viviendas, otro tema que debe ser encarado por las entidades públicas es la limpieza de las calles, además de la refacción de los servicios básicos que quedaron dañados por la inundación que llegó, en muchos casos, con lodo, troncos y piedras que destruyeron todo a su paso.

Y para que en las próximas temporadas de lluvia no vuelva a suceder lo mismo, las alcaldías tendrán que asumir medidas de prevención, de modo que se evite los daños por la crecida de los ríos o, por lo menos, se aminoren sus efectos.

Solo como dato, la Alcaldía de Cochabamba anunció que inició la renovación de colectores de agua en las zonas más críticas con el fin de evitar potenciales inundaciones en las próximas gestiones.

Asimismo, se debe trabajar en la limpieza de las torrenteras y, también importante, dejar de echar basura y escombros para que el agua siga su curso y no cause el daño que se lamenta cada gestión.

QOSHE - La reconstrucción: el día después - Editorial
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La reconstrucción: el día después

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08.03.2024

Tras la “histórica” inundación que sufrió la capital de Pando, Cobija, por la crecida sin precedentes del río Acre, el nivel del agua comenzó a retroceder, pero los daños en esta ciudad, tanto en las calles como en las viviendas, quedaron al descubierto, por lo que es momento de aunar esfuerzos y trabajar para reconstruir lo que se vino abajo.

Después del sufrimiento por el que atravesaron cientos, cuando no miles de familias en todo el país, la fase de la reconstrucción es la más compleja, porque se requiere ingentes cantidades de recursos económicos, personal especializado y, sobre todo, ganar tiempo. Es posible avanzar en este objetivo si alcaldías, gobernaciones y Gobierno........

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