A pocos días del inicio de clases, el Ministerio de Educación confirmó que los estudiantes y todas las personas que acudan a las unidades educativas deben utilizar el barbijo, como parte del protocolo de bioseguridad que tiene el objetivo de evitar el contagio de las enfermedades respiratorias, especialmente el covid-19.

Esta y otras medidas de bioseguridad se implementarán en las unidades educativas ante el incremento de casos de coronavirus que hubo en las semanas precedentes al inicio de clases, en todo el territorio nacional.

La ministra de Salud y Deportes, María Renée Castro, recomendó a los padres acudir a los puestos de vacunación con sus hijos escolares para que estos reciban la dosis correspondiente contra el coronavirus y otras enfermedades respiratorias.

Que el número de casos de coronavirus no se incremente depende de las medidas de bioseguridad que asuman los padres para enviar a sus hijos a la escuela.

Asimismo, es importante reforzar el lavado constante de las manos con agua y jabón, el uso de alcohol para desinfectarse, mantener el distanciamiento social, así como evitar, en lo posible, acudir a lugares con alta concentración de personas, a no ser que sea estrictamente necesario.

Si una persona tiene síntomas o sospecha que ha enfermado con el covid-19 debe acudir al centro de salud más cercano a su domicilio y, por previsión, mantenerse aislado hasta que se confirme que no hay peligro de contagio.

El uso del barbijo se extenderá por el mes de febrero y dependerá del número de casos que se reporten para mantener la medida o dejar sin efecto la misma, sin descuidar el lavado constante de las manos, el uso de alcohol y el distanciamiento social.

No se debe olvidar que, tras la irrupción de la pandemia en marzo de 2020, Bolivia sufrió miles de contagios y también de muertes, en muchos casos porque no se cumplieron los protocolos de bioseguridad recomendados por el Ministerio de Salud.

Las primeras olas del coronavirus cobraron cientos de víctimas e hicieron que colapse el sistema de salud. En la parte más crítica de la pandemia, las unidades de terapia intensiva estaban totalmente ocupadas, por lo que muchos pacientes no tuvieron siquiera la oportunidad de recibir tratamiento para superar esta enfermedad.

Las lecciones que dejaron las primeras olas de la pandemia del coronavirus enseñaron a la población a no bajar la guardia para evitar que los contagios se multipliquen, además de acudir a los centros de vacunación para reforzar la inmunidad y que los efectos de la enfermedad sean, si se contrae el covid-19, menos dañinos para la salud de la población.