¡Vaya sorpresa! El Cerro Rico está contemplado dentro de la historia universal; es verdad, su aporte a la economía del mundo así lo reconoce. El título de este artículo, precisamente, responde a este criterio que se convirtió en el motivo por el cual la ciudad de Potosí fue declarada Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad por parte de la Unesco. En otras palabras, tenemos en Bolivia una joya muy valiosa que, en vez de pulirla y mostrarla orgullosos al mundo entero, un sector se encarga de destruirla impúdicamente.

Más allá de esta realidad, dentro de la historia universal, hablamos de Mesopotamia como la cuna de la civilización, Egipto y sus pirámides, Grecia con el Partenón, Roma con su capital, etc., etc. Cada uno, a su turno, con su aporte en la construcción de la sociedad mundial; muy pocos en esta tierra, hacen referencia al Cerro Rico, solo a la ciudad de Potosí, que se formó a sus pies; otros se refieren solo a la opulencia de la ciudad de Potosí, como el caso del Quijote; pero, casi nada sobre el Sumaj Orcko (Cerro Rico).

La plata de esta montaña de plata, dinamizó la economía mundial. En la colonia, durante los tres siglos de explotación constante de parte del reino de España, la ciudad de Potosí alcanzó fama mundial gracias precisamente a la extracción de oro, plata y otros minerales de sus entrañas.

Cómo no contribuir a la historia universal, si las barras de plata que salió en cantidades colosales del Cerro Rico llegaron a los cinco continentes; esta ciudad se convirtió en la capital del mundo. Era tal la cantidad que se llevaron a un continente enfermo, pobre y carente de minerales preciosos que permitió erigir y consolidar imperios, como los de España y Alemania, principalmente. No hay que olvidar que el monarca era Carlos V de Alemania y Carlos I de España al mismo tiempo y, siendo su idioma nativo el alemán, permitió con la plata del Cerro, sustentar la hegemonía de la dinastía de los Habsburgo en Europa, contribuyendo de esta manera al nacimiento de una economía global, otro aporte gigante de este coloso de plata.

Empoderar al pueblo boliviano sobre esta realidad es urgente. No es mera casualidad que el Cerro Rico esté en los símbolos nacionales y en la moneda nacional, en escudos de otros países y ciudades que orgullosas llevan su nombre. El mundo entero debe pronunciarse porque esta montaña, patrimonio de la humanidad, está a punto de desplomarse.

FORO

FRANZ GUSTAVO MORALES MÉNDEZ

Docente investigador UMSS

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