Alguna vez dijimos: el Silala dignifica a los bolivianos y a su territorio, a pesar del diferendo internacional de La Haya entre Chile y Bolivia, que no falló en contra ni a favor de los dos países en disputa por las aguas del Silala. Lo cierto es que aquella agua dulce cada vez más cotizada en todo el mundo, no solo por su calidad, nacen en el altiplano de Bolivia y discurren hacia territorio chileno con costo cero y, paradójicamente, en territorio chileno tiene un alto precio que la empresa privada de aquel país aprovecha dándole un valor agregado y precio de venta a las empresas del sector minero y una pequeña parte a la población del norte chileno: ahora se utiliza en la generación de energía limpia (hidrogeno verde), muy requerido en el mundo por ser ecológico y limpio.

La importancia estratégica que día a día cobra el agua como un elemento que concibe vida, forja ciclos vitales en la tierra, genera energía, pero también cultura y estilos de vida, hace de él un elemento insustituible para el planeta entero. El pasado 23 de marzo, el mandatario boliviano, Luis Arce, sostuvo que “Bolivia y Chile deben dejar atrás las heridas del pasado y encarar un nuevo tiempo de acercamiento bilateral” y propuso al vecino país una agenda conjunta para la preservación y la gestión sustentable de los recursos hídricos compartidos. Asimismo, subrayó que el Gobierno trabaja en la restauración de los bofedales del Silala, como dando cumplimiento a las recomendaciones de la Corte Internacional de Justicia, sobre este tema.

Pasaron más de dos años del diferendo internacional de La Haya; desde la construcción de los canales artificiales por una empresa anglochilena en 1910, transcurrió más de un siglo. Decirle al Gobierno y a todos los bolivianos, que por segundo, el caudal de agua superficial que sale del Silala hacia Chile es cerca de 200 litros; el agua subterránea, 5 veces más que ese caudal. Señores, todo el mundo conoce que el litro de agua cuesta cerca de 1 dólar; con un simple ejercicio aritmético, multiplicando ese caudal por minuto, por hora, por mes o por año, Bolivia pierde millones de dólares por día, los mismos que se embolsillan, no los hermanos chilenos, sino grupos de poder de aquel país que privatizaron este valioso recurso

Creemos, en alusión a las recomendaciones de La Haya, que la oligarquía chilena ya se benefició mucho tiempo, es hora de que Bolivia también lo haga, bajo los términos de uso equitativo y razonable que manejó Chile en su demanda, instalando turbinas que generaría cientos de megavatios de energía a partir de hidrógeno verde, cuya materia prima es precisamente el agua dulce, al mismo tiempo de recuperar los bofedales del Silala.

FORO

FRANZ GUSTAVO MORALES MÉNDEZ

Docente investigador UMSS

[email protected]

QOSHE - Silala, ecosistema de la dignidad boliviana - Franz Gustavo Morales Méndez
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Silala, ecosistema de la dignidad boliviana

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18.04.2024

Alguna vez dijimos: el Silala dignifica a los bolivianos y a su territorio, a pesar del diferendo internacional de La Haya entre Chile y Bolivia, que no falló en contra ni a favor de los dos países en disputa por las aguas del Silala. Lo cierto es que aquella agua dulce cada vez más cotizada en todo el mundo, no solo por su calidad, nacen en el altiplano de Bolivia y discurren hacia territorio chileno con costo cero y, paradójicamente, en territorio chileno tiene un alto precio que la empresa privada de aquel país aprovecha dándole un valor agregado y precio de venta a las empresas del sector minero y una pequeña parte a la población del norte chileno: ahora se utiliza en la generación de energía........

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