No es la primera vez que se toca el tema, como tampoco se deja de reconocer que se hicieron acciones, unas veces mejores y otras no tanto, para solucionar este “dolor”. El problema es que es un tema recurrente y que las soluciones circunstanciales exigen el mismo tratamiento; solucionar un problema anteriormente atendido, que ahora se ha vuelto a manifestar problemáticamente con otras características.

Vayamos por partes. Primero, quitar de entrada la idea que la responsabilidad es única y exclusiva del municipio, es la más fácil e injusta de las deducciones. Se debe dejar claro que las mejores soluciones a los problemas de habitabilidad o de calidad de vida urbana y/o rural, serán aquellas que cuenten con la participación complementaria y responsable de los vecinos y vecinas del lugar en cuestión.

Existen muchísimos tramos de calles y avenidas en nuestra ciudad sin la sombra de arboledas y carentes de “descansos” protegidos y cómodos para las personas mayores y menores (especialmente escolares), que requieren pausas en sus recorridos. El inclemente sol, la ocasional lluvia, llovizna o las ventiscas de aire frío, bloquean a estas personas. Si los vehículos “gritaran” cada vez que se golpean con los pequeños, pero profundos baches, diseminados en toda la ciudad. El bullicio sería ensordecedor.

Cada OTB debería hacer un inventario de sus baches e “irregularidades” existentes en sus calles y avenidas, para tener un registro histórico del mantenimiento de los mismos. Por su parte, los municipios deberían tener unidades técnicas operativas y ágiles para solucionar estas “fallas”, que no requieren interrumpir el tráfico, ni de maquinaria “pesada”, tampoco de numeroso personal. Sino de la habilidad y pertinencia necesarias para hacer desaparecer estos baches, sin mayores aspavientos.

Otro tópico “doloroso” son los detritos esparcidos de las mascotas que viven mayormente en las calles. Es frecuente y desagradable caminar las calles y ver estos “adornos” por doquier. Peor aún, ver a personas con sus mascotas bajar de sus autos para pasearlos en las plazas y plazuelas, donde empiezan a levantar sus patitas o a doblar las ancas. Los dueños y las dueñas, bien gracias, se hacen de la vista gorda.

Delegar el control de todo eso, no funciona, la prueba es el estado de estas calles que “duelen” al utilizarlas. Los vecinos organizados con sus municipios aparentemente es la mejor solución.

CIUDAD SUSTENTABLE

GERMÁN C. TÓRREZ MOLINA

Economista

[email protected]

QOSHE - Calles que duelen - Germán Tórrez
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Calles que duelen

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27.03.2024

No es la primera vez que se toca el tema, como tampoco se deja de reconocer que se hicieron acciones, unas veces mejores y otras no tanto, para solucionar este “dolor”. El problema es que es un tema recurrente y que las soluciones circunstanciales exigen el mismo tratamiento; solucionar un problema anteriormente atendido, que ahora se ha vuelto a manifestar problemáticamente con otras características.

Vayamos por partes. Primero, quitar de entrada la idea que la responsabilidad es única y exclusiva del municipio, es la más fácil e injusta de las deducciones. Se debe dejar claro que las mejores soluciones a los problemas de........

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