El pasado 23 de noviembre se celebró el Día Mundial de Fibonacci, recordando al matemático italiano Leonardo de Pisa (1170 – 1250), llamado Fibonacci, al que se le atribuye el descubrimiento de una secuencia de números, que sumados dos anteriores da como resultado el siguiente número. En atención al 23-11, se observa que los dígitos que conforman la secuencia Fibonacci es 1,1,2,3.

El número Fibonacci se refleja en una espiral que crece en relaciones proporcionales y que se encuentra presente en la naturaleza. Por ejemplo, las ramas y las hojas de las plantas son más o menos eficientes para atrapar el máximo de luz solar posible de acuerdo a la forma en que se distribuyen alrededor del tallo a manera de espiral, relación funcional y vital para la vida de una planta, de manera que las hojas, unas encima de otras serán lo menos tapadas para recibir una cantidad vital de luz solar para asegurar su subsistencia.

Con la misma lógica se generan las partes que componen el cuerpo humano, las flores e incluso en el ADN, encontrando también la misma proporción en la vía láctea. Los artistas desde siempre incorporaron el número Fibonacci y la espiral aúrea en su trabajo, atribuyendo un estándar Fibonacci en la perfección que brinda la naturaleza a partir de sus procesos racionales.

Con estos argumentos, resulta pertinente aplicarla a toda iniciativa de planificación, entre ellas, la arquitectónica, la urbana y la territorial. El siglo pasado, arquitectos como Antonio Gaudi y Le Corbusier, por ejemplo, la aplicaron en el diseño arquitectónico modernista en grandes e ingeniosos proyectos, donde la naturaleza sirvió de fuente de inspiración, acentuando formas orgánicas que en sinergia con la geometría proporcionaron verdaderas genialidades en su concepción y materialización.

En épocas de crisis ecológica atribuida a la extracción de naturaleza para procesarla y convertirla en infraestructura, es de capital importancia proyectar con criterios modulares que racionalicen el consumo de naturaleza y es en este sentido que el número Fibonacci aporta con su lógica matemática para generar formas racionales y ante todo proporcionadas, con un riguroso control geométrico y, por ende, un control de consumos innecesarios de naturaleza en el generado de materiales, el proceso proyectual y la materialización en la construcción.

CULTURA, ZOOCIUDAD Y TERRITORIO

JAIME ALZÉRRECA PÉREZ

Docente e investigador IIACH- UMSS

[email protected]

QOSHE - Proporciones y medio ambiente - Jaime Alzérreca Pérez
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Proporciones y medio ambiente

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27.11.2023

El pasado 23 de noviembre se celebró el Día Mundial de Fibonacci, recordando al matemático italiano Leonardo de Pisa (1170 – 1250), llamado Fibonacci, al que se le atribuye el descubrimiento de una secuencia de números, que sumados dos anteriores da como resultado el siguiente número. En atención al 23-11, se observa que los dígitos que conforman la secuencia Fibonacci es 1,1,2,3.

El número Fibonacci se refleja en una espiral que crece en relaciones proporcionales y que se encuentra presente en la naturaleza. Por ejemplo, las ramas y las hojas de las plantas son más o menos eficientes para atrapar el máximo de........

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