Diciembre es el mes cuando solemos hacer un balance de lo que pasó durante el año, es el momento de reflexionar sobre lo positivo y negativo que nos ha dejado este 2023. En esa dinámica, es muy importante mirar lo que pasó en el ámbito financiero, porque somos usuarios de ahorros o préstamos y es el reflejo de la salud económica del país.
El ámbito financiero es un sector que en los últimos años ha atravesado constantes desafíos y oportunidades. En Bolivia, recientemente, hemos sido testigos de eventos que podríamos catalogar como buenos, malos y hasta feos.
Lo Bueno, ha sido que la banca nuevamente ha demostrado un alto grado de resiliencia, pese a la turbulencia económica que se ha presentado este año, con la intervención del Banco Fassil, contracción de la liquidez (66% índice liquidez a septiembre 2023), incremento de la mora (2.9% a septiembre 2023 por debajo media región que está en 3.5%) y la inusual demanda de dólares desde la población, va a terminar con buenos índices de solvencia (CAP 13.6%) a septiembre 2023, patrimonio (3.400 millones de dólares aproximadamente a septiembre 2023) y rentabilidad (208 millones de dólares a octubre 2023, un 5,% más en relación con el mismo periodo de 2022) en medio de la tormenta. En efecto, a pesar de estos desafíos económicos a nivel global y local, el sistema financiero boliviano ha logrado mantener niveles elevados de créditos y depósitos, ambos alrededor de los 30.000 millones de dólares aproximadamente a septiembre 2023, demostrado fortaleza y condiciones para apoyar la intervención de un banco importante y seguir cumpliendo con sus funciones y manteniendo la confianza del público.
Lo Malo, durante esta gestión, ha sido la escasez de dólares, exacerbada por prácticas especulativas. La especulación ha llevado al surgimiento de un mercado paralelo de divisas, afectando la estabilidad cambiaria y generando incertidumbre en los agentes económicos. Esta situación ha afectado a diversos sectores, desde importadores hasta ciudadanos comunes que buscan preservar el valor de sus ahorros. Pero, además, esta escasez está provocando, en microempresarios y pequeños productores, el incremento en su estructura de costos.
Lo Feo, en el panorama financiero boliviano, ha sido la crisis que llevó a la intervención del Banco Fassil, por parte de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), más aún la muerte del interventor Alberto Colodro, que según la versión oficial se habría suicidado lanzándose de un edificio desde el piso 15. La intervención se produjo, según la versión de la ASFI, porque el banco cometió vulneraciones a la Ley 393 de servicios financieros, por incumplimiento en el pago de una o más obligaciones líquidas exigibles contraídas con sus clientes financieros depositantes. De este modo la confianza de los clientes se vio afectada, y la intervención, además, resaltó malas prácticas en la otorgación de créditos y el incumplimiento de regulaciones. Este evento ha subrayado la necesidad de una supervisión efectiva y la importancia de mantener altos estándares éticos en el sector financiero.
A medida que Bolivia avanza, es crucial aprender de los eventos recientes y fortalecer los mecanismos de supervisión, en el sistema financiero nacional. El desafío de garantizar la estabilidad cambiaria, prevenir malas prácticas y fomentar la transparencia. Además, el sistema financiero debe adaptarse a un entorno económico global cambiante, aprovechando la tecnología y la innovación para ofrecer servicios más eficientes y accesibles.
En resumen, el panorama financiero boliviano presenta una mezcla de desafíos y oportunidades. Mientras se abordan las dificultades, también es importante reconocer y fortalecer los aspectos positivos que han contribuido a la estabilidad del sistema financiero en tiempos difíciles.
INNOVACIÓN Y FINANZAS
JORGE VELASCO T.
Ingeniero industrial, magíster en
Innovación y Desarrollo, emprendedor, y docente
[email protected]
Bancos 2023: lo Bueno, lo Malo y lo Feo
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10.12.2023
Diciembre es el mes cuando solemos hacer un balance de lo que pasó durante el año, es el momento de reflexionar sobre lo positivo y negativo que nos ha dejado este 2023. En esa dinámica, es muy importante mirar lo que pasó en el ámbito financiero, porque somos usuarios de ahorros o préstamos y es el reflejo de la salud económica del país.
El ámbito financiero es un sector que en los últimos años ha atravesado constantes desafíos y oportunidades. En Bolivia, recientemente, hemos sido testigos de eventos que podríamos catalogar como buenos, malos y hasta feos.
Lo Bueno, ha sido que la banca nuevamente ha demostrado un alto grado de resiliencia, pese a la turbulencia económica que se ha presentado este año, con la intervención del Banco Fassil, contracción de la liquidez (66% índice liquidez a septiembre 2023), incremento de la mora (2.9% a septiembre 2023 por debajo media región que está en 3.5%) y la inusual demanda de dólares desde la población, va a terminar con buenos índices de........
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