La época de lluvias muestra su faceta más agresiva y complicada por los efectos de los desbordes de ríos y torrenteras que son el común denominador actual en los municipios de nuestro departamento.

Cuando se habla de la naturaleza, sea el agua, el aire o el suelo, siempre se describen los efectos de su acción cuando en realidad no se previenen los impactos de la expansión urbana inmisericorde junto a una la falta de manejo de cuencas en sus cabeceras. Esto, conlleva con el tiempo la posibilidad de ocurrencia de un evento extremo el momento que se excede su capacidad de carga y aprovechamiento.

La situación particular de la urbe de Cochabamba tiene relación con la Cordillera Tunari, desde el municipio de Sacaba hasta el de Sipe Sipe; son un conjunto de cuencas hídricas relacionadas con los territorios pertenecientes a todos los municipios de la región metropolitana Kanata que responden a esa relación física. Por ello, existe la necesidad de comprender la relación cordillera valle que normalmente no se la entiende y más bien se considera a la cuenca alta como la fuente de aprovechamiento sin límite del agua y la vegetación que son los recursos con mayor potencial en la vertiente sur de esta cordillera.

En todo caso, se trata de una paradoja, no tenemos una conducta coherente en cuanto a la implementación de políticas públicas sostenibles para el uso y aprovechamiento del agua, pero tampoco entramos a la acción necesaria de manejo de los torrentes y cuerpos de agua considerando que este recurso es renovable, pero que está sujeto a los ciclos biogeoquímicos naturales que son impredecibles, además de la acción humana que siempre impacta sobre él. Por ende, se dan muchas situaciones que exteriorizan la escasa importancia otorgada al manejo de las microcuencas más aún por su rol estratégico de recurso indispensable para los seres vivos, aunque estacionalmente tengan una época de mayor actividad.

El concepto de prevención se inicia precisamente en reconocer la naturaleza de las microcuencas del valle que tienen un gran potencial de producción de agua, pero que deben ser atendidas de forma preventiva y de la manera más integral para permitir un aprovechamiento sostenible de los recursos hídricos. De esta forma, se debe garantizar una convivencia pacífica y compartida de las funciones ecológicas y ambientales de estos espacios con la necesidad de agua para uso doméstico e industrial en el ámbito urbano aguas abajo, donde se intensifica ferozmente su uso como fuente principal para la subsistencia de la población y sus necesidades más básicas.

El hablar más y más sobre elaborar planes de manejo cuencas ya no es suficiente, más bien la perspectiva es plantear acciones concretas en las microcuencas diagnosticadas, según su estado, para garantizar su manejo técnico y oportuno destinando los recurso económicos suficientes para ello.

CIUDAD SUSTENTABLE

José Castellón O.

Investigador CEPLAG-UMSS

[email protected]

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Naturaleza brava y microcuencas

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28.02.2024

La época de lluvias muestra su faceta más agresiva y complicada por los efectos de los desbordes de ríos y torrenteras que son el común denominador actual en los municipios de nuestro departamento.

Cuando se habla de la naturaleza, sea el agua, el aire o el suelo, siempre se describen los efectos de su acción cuando en realidad no se previenen los impactos de la expansión urbana inmisericorde junto a una la falta de manejo de cuencas en sus cabeceras. Esto, conlleva con el tiempo la posibilidad de ocurrencia de un evento extremo el momento que se excede su capacidad de carga y aprovechamiento.

La situación particular de la urbe de Cochabamba tiene relación con la Cordillera Tunari, desde el municipio de Sacaba hasta el de Sipe Sipe; son........

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