Me encanta la digitalización y especialmente la digitalización del dinero. Su llegada cambió mi vida y creo que la de muchos bolivianos. Pero también fue un catalizador fundamental para el comercio digital en Bolivia. Esta historia pueden releerla en mi artículo #actuarEnvezdehablar "EL QR y yo" (https://www.opinion.com.bo/opinion/manuel-laredo-g/el-qr-y-yo/20220708221047873050.html).

Pero creo que las coyunturas globales de los últimos años están cambiando el comportamiento del dinero, y ya no estoy completamente seguro de que el futuro del efectivo sea desaparecer o tender a eso. Por lo menos No en Latinoamérica y especialmente en Bolivia.

Para eso, me embarqué en una prueba de qué cosas podría comprar con QR en la ciudad de La Paz. Así que una noche, tomado de la mano de mi hija Mai, salimos a comprobarlo con el pretexto de conocer de noche la Ciudad Maravilla. La experiencia fue interesante. Pagué el api con pastel cerca de las Alasitas con QR, le hicieron una simba en su cabello y pagamos con QR. Compré chocolates en la casera de la esquina de mi casa y pagué con QR. Así que confiado me dirigí al Teleférico y al acercarme me llevé la mala noticia de que ellos no aceptan QR. Así que nos tuvimos que ir en minibús, que sí me aceptó QR.

Y ahí nació mi curiosidad por saber por qué el Teleférico no aceptaba transacciones digitales y había vuelto al viejo efectivo. Al principio me fui medio enojado y me repetía: "El futuro son las Fintech", como he estado escuchando cada vez que me encuentro en un evento de startup (Empresas emergentes escalables). Tanto es así que incluso escuché que los inversores están buscando actualmente invertir en este tipo de empresas.

Entonces ahí me puse a pensar, que me encanta ser digital mientras no me cueste más dinero. Y que si el costo financiero se le asignará al cliente, creo que también entraría al grupo de los que pagarían efectivo. Ahí me acordé de mis amigos de Blink, que están buscando una solución digital en la que los taxis o tiendas de barrio sean cajeros donde puedas acceder al efectivo. Un startup que apuesta a que el efectivo no desaparecerá sino más bien que se fortalecerá en el futuro, muestra que en ningún campo los absolutos son la ley. Y la verdad es que es una tendencia que veo cada vez más generalizada en varios países, donde los comercios y la gente prefiere pagar en efectivo para no pagar comisiones financieras del 10 o 20%.

Por eso ahora entiendo, que una solución de vender pasajes de teléferico en efectivo puede parecer antigua y que no promueve la modernización o digitalización, puede tener un punto de vista de eficiencia tanto para el vendedor como para el comprador. Por el momento, a mí me sigue encantando el QR y estoy feliz de que cada vez más personas lo utilicen, pero si me cobran mucha comisión, prefiero pagar con efectivito nomás.

#ACTUARENVEZDEHABLAR (QUINCENAL)

Manuel Laredo Garnica

Emprendedor Social en Economía Circular

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