Aunque con muy baja población para entender a Cochabamba como una gran ciudad, sus problemas de funcionalidad, morfología y paisaje son similares a ciudades mayores de otros contextos.

La ciudadanía ha normalizado la manera de vivir la ciudad, con sus rezagos y aletargamientos, donde ninguna irregularidad es observada como rara; paros, huelgas, bloqueos, contaminación, congestión, segregación, exclusión, son parte de la cotidianidad, solo es cuestión de sortear los problemas y seguir habitando.

Por parte de las autoridades la mirada no es diferente, nada avanza desde hace mucho tiempo, por más que románticas aseveraciones manifiesten que quieren poner a Cochabamba “otra vez como la primera ciudad de Bolivia”. ¿Fue alguna vez la primera?, o se intenta jugar con la psicología dormida de sus habitantes. ¿Hay proyectos que así lo manifiesten? ¿La ciudad avanza paralelamente a los desafíos globales y multidimensionales? O Solo se trata de llegar al imaginario pueblerino de los cochabambinos e intentar hacerles creer que avanzamos, cuando ni siquiera estamos estancados, sino retrocediendo en términos de desarrollo urbano.

¿Remozar la ciudad? ¿Con obritas aisladas y superfluas? La planificación urbana como pilar fundamental para ordenar una ciudad a mediano y largo plazo, ni siquiera queda en la antigregaria imaginación de nuestros administradores.

¿Qué pasará el 2030, 2040 y 2050, cuando la ciudad rebase 3 millones de habitantes? ¿Hay algún proyecto que ordene la ciudad y pueda albergar esa población con condiciones socioambientales y de confort? La movilidad urbana, el manejo de espacios públicos, la expansión, la gobernanza, son temas que ni siquiera suenan como canción desterrada, menos como plan de ejecución temporal, por lo tanto, no neguemos que estamos frente al abismo.

Lo peor, con la actitud que todos mostramos: conductores del transporte público y particulares, peatones, ciclistas, deliverys, estamos dando un paso al frente y tal como se entiende en la alegoría, el desenlace en el comportamiento de la ciudad será horrendo, se empezarán a buscar soluciones desesperadas por los habitantes queriendo hacer uso de un suelo jamás pensado antes, el suelo rural, para escapar del atolladero en que nos ha sumido la falta de planificación. Razonemos, estamos a tiempo.

CULTURA, ZOOCIUDAD Y TERRITORIO

MARKO QUIROGA BERAZAÍN, Ph.D.

Investigador CEPLAG - UMSS

[email protected]

QOSHE - Al borde del abismo, ¿un paso adelante? - Marko Quiroga B
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Al borde del abismo, ¿un paso adelante?

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25.02.2024

Aunque con muy baja población para entender a Cochabamba como una gran ciudad, sus problemas de funcionalidad, morfología y paisaje son similares a ciudades mayores de otros contextos.

La ciudadanía ha normalizado la manera de vivir la ciudad, con sus rezagos y aletargamientos, donde ninguna irregularidad es observada como rara; paros, huelgas, bloqueos, contaminación, congestión, segregación, exclusión, son parte de la cotidianidad, solo es cuestión de sortear los problemas y seguir habitando.

Por parte de las autoridades la mirada no es diferente, nada avanza desde hace mucho tiempo, por más que........

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