Los avances de la urbanización no planificada y sus consecuentes trasformaciones producidas en la funcionalidad de la ciudad, dan cuenta que la compacidad y la densidad no necesariamente representan el motivo para la conformación diferenciada del espacio urbano.

Una prueba clara está presente en zonas suburbanas y marginales donde la densidad es baja y, sin embargo, el ordenamiento del suelo es menor respecto de sectores más densos, asociando la causa simplemente a la falta de un proceso de planificación integral, decisión política y empatía con la otredad, capaces de descartar en su estructura deficitaria la falta de cobertura eficiente de servicios básicos, ausencia de centralidades, escasez de áreas verdes y espacios públicos y amplia dependencia del transporte público.

La baja densidad no puede ser motivo de olvido y abandono de sectores urbanos deprimidos. Por el contrario, la situación actual es una oportunidad para planificar el crecimiento de manera sistemática donde la presencia de espacios públicos, equipamientos, servicios básicos, accesibilidad y confort deben ser parte del proceso de asentamientos, para evitar problemas que solo generan alto contraste en su comportamiento y son visibles en la fragmentación social y la segregación socioespacial, destacando pobreza, informalidad, desempleo, violencia y amenazas naturales y antrópicas.

La segregación y la marginalidad urbana, producida a partir del diseño urbano resaltan la fragilidad del espacio público, la calidad del verde urbano, la accesibilidad y la seguridad ciudadana, que claramente son parte de los indicadores urbanos que difieren en sus métricas entre unos sectores y otros y que son posibles de ser descartados en beneficio del universo ciudadano asentado en una misma geografía urbana.

El urbanismo como disciplina posibilita la organización y el ordenamiento del hábitat construido, generando espacios armónicos debidamente normados en una estructura que contemple el paisaje, morfología, funcionalidad, estética y salubridad en el diseño de la ciudad para satisfacción colectiva. Por lo que es urgente reducir las vulnerabilidades multidimensionales y otras problemáticas sistémicas y mejorar las múltiples causas que comprometen el urbanismo de la ciudad.

CIUDAD SUSTENTABLE

MARKO QUIROGA BERAZAÍN Ph. D.

Investigador CEPLAG - UMSS

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