El actual comportamiento de la ciudad y las insuficientes condiciones de progreso, nos posicionan entre las ciudades con menor desarrollo urbano a nivel latinoamericano, situación que demanda la necesidad de promover acciones estratégicas y políticas públicas que permitan vincular eficientemente sus instituciones para trabajar conjuntamente el proceso de mejoramiento de los escenarios de habitabilidad y confort urbano.

El panorama de la ciudad es producto de diversas transformaciones producidas en variados horizontes temporales, múltiples mecanismos de gestión y múltiples instrumentos de planificación urbana que no alcanzaron la eficiencia para ordenar sistemáticamente el territorio y sus procesos de crecimiento especialmente en sus bordes urbanos.

En la actualidad, Cochabamba se refleja como una de las ciudades bolivianas con mayor desigualdad urbana, producto de sus diferencias socioeconómicas, que ve incrementada la segregación residencial y fragmentación espacial como manifestaciones de la exclusión social presente, revelada a partir del déficit de servicios básicos y las condiciones de accesibilidad, principalmente en la periferia marginal en la consolidación de los procesos informales de la urbanización. Estas deficiencias como parte de la problemática estructural se hicieron más visibles durante la crisis sanitaria ambiental y obligaron a asumir fuertes procesos de resiliencia en todas las actividades urbanas.

Por tanto, es importante establecer políticas urbanas sostenibles que permitan ordenar las limitaciones presentes producto de la problemática urbana y proponer alternativas de modernización equitativa de la infraestructura y equipamientos, y mejorar la conectividad y accesibilidad de todo el tejido urbano respondiendo efectivamente a las demandas ciudadanas y problemática actual del territorio.

Nuevos modelos de comportamiento urbano se hacen exigibles, para regular y normar la articulación idónea mediante la participación de todos los actores sociales, para dar cuenta positiva de las desigualdades que influyen en los procesos de segregación y fragmentación socio territorial. Enfrentar los desafíos del Siglo XXI requiere la articulación integral del territorio considerando su heterogeneidad, como proceso de coevolución y de integración sinérgica entre el Estado, el mercado y la sociedad.

CIUDAD SUSTENTABLE

MARKO QUIROGA BERAZAÍN, Ph.D.

Investigador CEPLAG - UMSS

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