Recordar que el año 2023 ha sido mágico, por eso, para miles de corazones, es el campeón moral de la temporada: el equipo más unido, la valla menos vencida, el mejor zaguero, la revelación juvenil, mejor barra, mejores recaudaciones, mejor técnico, mejores dirigentes; todos los jugadores elevaron su nivel futbolístico.

El resultado de semejante campaña, que comenzó con seis puntos abajo, fue una clasificación a Copa Sudamericana, cuando el objetivo inicial era solo defender la permanencia en la División Profesional del fútbol boliviano.

Elogiado y reconocido por la mayoría, Wilstermann comenzó la gestión 2024 con la disyuntiva de atender los problemas económicos pendientes o armar un plantel competitivo. Al final, tendría que hacer las dos cosas, porque, además, es uno de los grandes de Bolivia.

Aun considerando que el país está en el último peldaño, las obligaciones son excesivas y como para la mayor parte de los equipos, los ingresos nunca se equilibran con los egresos y la crisis siempre está latente.

Era tanto el aval anímico de Wilstermann que comenzó como uno de los favoritos del torneo tras ganar a Oriente. Pero, las alarmas sonaron con el empate con GV San José y estallaron con la inesperada derrota ante el equipo profesional mixto, de juveniles y experimentados de Aurora.

Volviendo a la realidad contra Bolívar, que aun siendo superior, se asustó ante una actitud más combativa del equipo aviador, desfavorecido por el arbitraje y el VAR que se equivoca en la interpretación de las jugadas, no se sabe si de buena o mala fe.

Wilstermann pudo ganar en Tarija, no se animó ante la debilidad de Tomayapo, apostó a los penales y perdió la tranquilidad o respiro económico esperado, cuyas consecuencias ojalá no derrumben la estructura sostenida a puro pulmón y sentimiento.

No corresponde despidos del técnico o algunos jugadores, conociendo lo que conlleva las decisiones apresuradas.

El mea culpa de todos los protagonistas, es lo que se espera para asimilar el gran impacto y rehacerse otra vez en la adversidad, para afrontar la nueva temporada de la mejor manera posible.

Los jugadores son casi los mismos de la epopeya pasada, entonces, poniendo cable a tierra, es obligatorio reiniciar desde el domingo en el clásico.

Mis circunstancias

MOISÉS REVOLLO

Periodista deportivo

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