Desde la avenida Rivereña a la fecha, pasó más de medio siglo observando, con pasión y reflexión, la evolución e involución del fútbol, en sus diferentes facetas en el mundo, Bolivia y Cochabamba, especialmente.

Una de mis conclusiones, después de tanto tiempo, es que al fútbol mejor verlo como un espectáculo, malo o bueno, sin caer en la trampa del fanatismo ciego y destructivo.

Sin embargo, reconozco que no es nada fácil, buscando en el origen de un sentimiento, por algo que es de todos y de nadie.

En la memoria larga, encuentro la romántica creación de equipos o clubes con diversas denominaciones, muchas no en nuestro idioma, que ya desaparecieron, para dar paso a otras bajo diferentes circunstancias.

Entre transformaciones evidentes y retrocesos también, el fútbol boliviano hoy está encasillado en la última colocación de Sudamérica, recordando con nostalgia el año 1963 y posteriores, cuando estaba por encima de algunos países hermanos.

Hoy, hasta Venezuela -cuyo deporte principal es el béisbol- está por encima de Bolivia, sin atenuantes de ninguna clase.

Buscando culpables, creo que todos debemos sentirnos algo responsables, pero mucho más, los llamados dirigentes que con excepciones, hacen casi todo mal, sin sonrojarse, en clubes, asociaciones y la Federación.

Es fundamental que cambiemos de mentalidad, porque hasta ahora, cuando se habla del deporte en general, todavía algunos creen que es algo secundario e intrascendente, ignorando “olímpicamente” la gran importancia que tiene en las sociedades de la mayoría de los países.

Creen supinamente, que cualquiera puede ejercer cargos en el deporte, último en la escala de importancia de los puestos públicos y privados.

Ahí está el error, porque para que el deporte mejore y en este caso el fútbol, los dirigentes o administrativos deben tener adecuada preparación, aparte de empatía con el deporte.

La improvisación y estructura cerrada condenó al fútbol a la sima, sin poder salir por años y empeorando cada vez más, a pesar de los dineros que maneja, solo para incrementar una burocracia parasitaria.

Debemos entender, de una vez por todas, que el deporte, principalmente el fútbol, es una de las profesiones modernas que debe incorporar elemento con aptitudes y actitudes.

Mis circunstancias

MOISÉS REVOLLO

Periodista deportivo

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Evolución e involución

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11.01.2024

Desde la avenida Rivereña a la fecha, pasó más de medio siglo observando, con pasión y reflexión, la evolución e involución del fútbol, en sus diferentes facetas en el mundo, Bolivia y Cochabamba, especialmente.

Una de mis conclusiones, después de tanto tiempo, es que al fútbol mejor verlo como un espectáculo, malo o bueno, sin caer en la trampa del fanatismo ciego y destructivo.

Sin embargo, reconozco que no es nada fácil, buscando en el origen de un sentimiento, por algo que es de todos y de nadie.

En la memoria larga, encuentro la romántica creación de equipos o clubes con........

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