La licencia para los clubes profesionales de fútbol en el mundo es el certificado que otorga cada federación nacional, confirmando o avalando el cumplimiento de todos los requisitos mínimos obligatorios, para iniciar el procedimiento de admisión en las competiciones de la Conmebol.

El Reglamento que tiene 108 artículos, en 75 páginas tamaño carta, es una especie de manual o guía práctica, como herramienta fundamental para el adecuado funcionamiento de un club profesional de fútbol.

El documento en cuestión fue aprobado en el 57 Congreso de la FIFA el año 2007 y está plenamente vigente desde 2016.

Cada Federación puede elaborar su propio Sistema Nacional de Concesión de Licencias, aplicando a la realidad del país, respetando la esencia del Reglamento Mundial, que apunta a colocar al fútbol en la condición de empresa o negocio universal, perfectamente controlado por las instancias correspondientes.

Es tan completo el manual de referencia, que coloca fría y pragmáticamente a los aficionados en la condición de simplemente clientes del producto fútbol y derivados.

Releyendo el extenso reglamento de licencias, me atrevo a opinar que en el estado actual del fútbol, bastante difícil que los clubes profesionales cumplan con los requisitos mínimos.

Nadie ajeno a la FBF debe saber el informe de la Comisión respectiva, sobre los clubes que recibieron o no su respectiva licencia en la caótica temporada 2023.

Teóricamente, el plazo para otorgar la licencia de 2024 es noviembre del año pasado, pero a esta altura, difícil que algún club haya presentado la auditoría de la gestión pasada y el presupuesto para el presente año, principales requisitos para su admisión en el proceso obligatorio.

Una debilitada representación de los futbolistas agremiados amenazó con impedir el inicio de temporada con el torneo de grupos, si los clubes deudores no cumplen pagando sus deudas con los jugadores.

Seguramente, los dirigentes realizarán malabares de diferente naturaleza, para arreglar con sus acreedores, gestión cada vez más difícil, porque entraron en escena los representantes y abogados que se benefician económicamente.

En el laberinto o callejón sin salida del fútbol profesional boliviano, se precisa una conducción creíble.

Mis circunstancias

MOISÉS REVOLLO

Periodista deportivo

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