El recientemente fallecido Henry Kissinger fue una figura icónica en el ámbito de las relaciones internacionales y uno de los agentes más representativos de lo que puede considerarse el “realismo político”. Su influyente carrera como académico, diplomático y político lo estableció como un líder en la formulación de políticas exteriores de los Estados Unidos durante algunas de las décadas más importantes del siglo XX y, por otro lado, su enfoque pragmático y su comprensión profunda de la geopolítica han dejado una marca indeleble en la historia mundial en el horizonte de los asuntos internacionales.

Nacido en 1923 en Alemania, Kissinger emigró a Estados Unidos en su juventud, donde comenzó su trayectoria académica en Harvard. Su perspicacia intelectual y su profundo entendimiento de la política internacional lo llevaron a convertirse en uno de los principales practicantes de una forma singular de pragmatismo político que definiría, con sus luces y sombras, una parte importante de la política exterior norteamericana.

El realismo político, una teoría fundamentada en la premisa de que los estados buscan principalmente su propia seguridad y supervivencia en un mundo anárquico de competencia y conflicto, fue moldeado y promovido en la realidad práctica por las acciones de Kissinger. Su enfoque utilitario en el manejo de la diplomacia reflejaba esta filosofía, buscando equilibrar el poder y mantener la estabilidad global a través de alianzas estratégicas que aseguren el predominio de EEUU en el escenario mundial.

Uno de los aspectos más destacados de la carrera de Kissinger fue su papel como Asesor de Seguridad Nacional y, posteriormente, como Secretario de Estado de los Estados Unidos durante las administraciones de Richard Nixon y Gerald Ford. Su participación clave en la apertura de relaciones con China y su estrategia de distensión con la Unión Soviética marcaron un cambio significativo en la política exterior del país del norte y en el equilibrio de poder global durante la Guerra Fría.

Sin embargo, la figura de Kissinger también ha sido objeto de controversia. Sus políticas en América Latina, especialmente en relación con el golpe de Estado en Chile en 1973 y, por supuesto, con el marco general del denominado Plan Cóndor han generado críticas por su apoyo a regímenes autoritarios y a las violaciones de los derechos humanos en la región. Esto, por lo demás, apunta a un elemento clave del propio realismo político: su independencia de valores morales en la ponderación de las mejores vías estratégicas para alcanzar ciertos objetivos de poder y seguridad.

En tal sentido, aunque el legado de esta polémica figura continuará siendo objeto de disputas y controversias por muchos años más, algo que resulta indudable es lo excepcional que resulta encontrar una hombre en quien se condensen de modo casi perfecto las características de lo que ha llegado a ser una escuela de pensamiento, aquella que teniendo a exponentes teóricos tan notables como Hans Morgenthau o Keneth Waltz ha definido una de las corrientes más importantes en la disciplina de las relaciones internacionales. En cualquier caso, siempre será válida la pregunta acerca de la viabilidad que puede existir en separar la reflexión teórica y la práctica política de las valoraciones morales inherentes a nuestra humanidad.

SIN ASIDEROS

OSCAR GRACIA LANDAETA

Filósofo

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QOSHE - El polémico Kissinger - Oscar Gracia Landaeta
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El polémico Kissinger

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03.12.2023

El recientemente fallecido Henry Kissinger fue una figura icónica en el ámbito de las relaciones internacionales y uno de los agentes más representativos de lo que puede considerarse el “realismo político”. Su influyente carrera como académico, diplomático y político lo estableció como un líder en la formulación de políticas exteriores de los Estados Unidos durante algunas de las décadas más importantes del siglo XX y, por otro lado, su enfoque pragmático y su comprensión profunda de la geopolítica han dejado una marca indeleble en la historia mundial en el horizonte de los asuntos internacionales.

Nacido en 1923 en Alemania, Kissinger emigró a Estados Unidos en su juventud, donde comenzó su trayectoria académica en Harvard. Su perspicacia intelectual y su profundo entendimiento de la política internacional lo llevaron a convertirse en uno........

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