A diferencia de su rol en Europa, en América Latina el populismo ha jugado un papel central en la consolidación del Estado nacional, marcando profundamente la política y la sociedad de varios países de la región. La dinámica populista, caracterizada por un estilo de liderazgo carismático, la promesa de políticas redistributivas y un discurso que divide a la sociedad entre "el pueblo" y "la élite", ha tenido, de tal manera, efectos tanto positivos como negativos en la consolidación estatal y el desarrollo democrático.

Desde mediados del siglo XX, líderes populistas han emergido en países como Argentina, Brasil, Bolivia y México, utilizando el populismo como una estrategia para movilizar a las masas, ganar elecciones y consolidar poder. El caso obvio en nuestro país es Víctor Paz Estenssoro, aunque las complejidades del proceso boliviano no son, por supuesto, menores. En general, los líderes populistas de la región han impulsado reformas importantes que han contribuido a la construcción del Estado y a la inclusión de sectores anteriormente marginados de la sociedad. Por ejemplo, políticas de redistribución de ingresos, nacionalización de industrias clave y programas de bienestar social han sido fundamentales para reducir las desigualdades y fortalecer la identidad nacional.

Sin embargo, el populismo también ha presentado desafíos significativos para la consolidación del Estado nacional en la región. La tendencia de los líderes populistas a concentrar el poder, socavar las instituciones democráticas y limitar la libertad de prensa ha generado inestabilidad política y económica en varios países y no ha sido diferente en Bolivia. Esta dinámica ha llevado a veces a la erosión de la confianza en las instituciones estatales, afectando negativamente la gobernabilidad y la capacidad del Estado para implementar políticas efectivas a largo plazo.

Además, el enfoque en la figura del líder carismático puede generar una dependencia de su presencia para la continuidad de políticas y proyectos, lo que debilita la institucionalidad y la sustentabilidad de las políticas estatales. Cuando estos líderes dejan el poder, ya sea por elecciones, términos limitados o fallecimiento, el vacío dejado puede conducir a crisis de sucesión y a la desarticulación de proyectos nacionales.

El populismo en América Latina también ha impactado en la política exterior y la integración regional. Los líderes populistas han utilizado discursos antiimperialistas y soberanistas para fortalecer la identidad nacional y consolidar su base de apoyo interno, pero esto a veces ha resultado en tensiones con otros países y ha complicado los esfuerzos de integración regional.

En tal sentido, resulta claro que el populismo ha tenido un papel ambivalente en la consolidación de la institucionalidad política latinoamericana. Mientras que ha contribuido a la inclusión social y al fortalecimiento de las referencias identitarias nacionales, también ha presentado desafíos para la democracia y el estado de derecho. Apreciar la complejidad de este fenómeno resulta clave, toda vez que, con distintas facetas, permanece como uno de los sucesos recurrentes del horizonte político latinoamericano.

SIN ASIDEROS

Oscar Gracia Landaeta

Filósofo

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Populismo y estado en Latinoamérica

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25.02.2024

A diferencia de su rol en Europa, en América Latina el populismo ha jugado un papel central en la consolidación del Estado nacional, marcando profundamente la política y la sociedad de varios países de la región. La dinámica populista, caracterizada por un estilo de liderazgo carismático, la promesa de políticas redistributivas y un discurso que divide a la sociedad entre "el pueblo" y "la élite", ha tenido, de tal manera, efectos tanto positivos como negativos en la consolidación estatal y el desarrollo democrático.

Desde mediados del siglo XX, líderes populistas han emergido en países como Argentina, Brasil, Bolivia y México, utilizando el populismo como una estrategia para movilizar a las masas, ganar elecciones y consolidar poder. El caso obvio en nuestro país es Víctor Paz Estenssoro, aunque las........

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