04/04/202404/04/2024

Celebración del 75 aniversario de la OTAN. Europa Press.

Se cumplen 75 años de la creación de la OTAN el 4 de abril de 1949. Según su línea oficial la alianza transatlántica fue creada con la intención de cumplir con tres objetivos: disuadir el expansionismo soviético, evitar el resurgir de un militarismo nacionalista en Europa a través de la presencia norteamericana y animar el proceso de integración europeo. El fin de la Guerra Fría provocó la necesidad de una adaptación a un nuevo entorno de seguridad, sin el enemigo soviético a las puertas había dos alternativas, disolverse o reconfigurarse y esta fue la opción elegida.

Ya en 1990 en la Declaración de Londres sobre una Alianza Transformada del Atlántico Norte se planteó la necesidad de construir un nuevo concepto estratégico acompañado por su correspondiente estrategia de defensa, éste fue aprobado en Roma en noviembre de 1991. Entonces se pidieron fuerzas "mas pequeñas y más flexibles" y se reforzó el papel europeo dentro de la alianza, se trataba de cambiar la naturaleza y objetivos de la OTAN para justificar su propia existencia, la paz y la cooperación fueron su leit motiv. Enseguida llegarían las guerras en Yugoslavia, el proceso de ampliación de la organización y finalmente los bombardeos no autorizados por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre la entonces República Federal de Yugoslavia en 1999 y de la que hace unos días se cumplía su 25 aniversario por los que todavía, hoy en día, nadie a respondido. También coincidió entonces la consecución de un Nuevo Concepto Estratégico que amparaba está acción sobre conceptos como el de injerencia humanitaria o el derecho a proteger y con el que se inauguraba un Nuevo Orden situado, como ha planteado el prof Remiro Brotons (2000), en contra del Derecho Internacional y que se sostenía sobre el criterio moral que beneficiara a los intereses norteamericanos en cada momento.

Desde entonces esa ha sido la pauta, hasta la cumbre de la OTAN de Madrid de 2022 donde, de nuevo, se aprobaba un nuevo concepto estratégico por el que se volvía a replantear el papel de la organización en el mundo, esta vez tras la invasión a gran escala de Rusia en Ucrania donde se materializó de manera más clara la asertividad en política exterior que ya venía anunciando Vladimir Putin desde la Cumbre de Munich de 2007. En el nuevo concepto se anunciaba ya lo que en estos momentos comenzamos a observar cada vez de manera mas clara. Se dijo entonces muy claramente que los "cometidos principales de la Alianza serían: disuasión y defensa, prevención y gestión de crisis y seguridad cooperativa" y todo desde un enfoque de 360º. También se identificó al rival sistémico de la Alianza, China, y se apuntaba al enemigo a batir en el corto plazo, la Federación Rusa.

Nada, absolutamente nada tiene que ver con la coyuntura. Más bien, la coyuntura está ayudando a que se acelere el proceso, todo ello apoyado por los discursos sostenidos sobre la hipótesis de la inmediatez de la guerra contra Rusia que incentivan el miedo y la incertidumbre de la ciudadanía en Europa. El discurso securitario de la amenaza bélica se ha instalado, ya está totalmente normalizado. La convergencia del fracaso de la ofensiva ucraniana junto con la posibilidad de Trump en Washington no ha hecho sino acelerar y facilitar un proceso que ya estaba previsto. En el de un interregno que dibuja la tendencia hacia un nuevo orden internacional que parece que será cada vez más multipolar, inestable y militarizado.

El año pasado el gasto militar alcanzó la mayor subida en Defensa de los últimos 30 años. EEUU encabezó la lista con el 39% del gasto, seguido por China y Rusia con el 17% respectivamente. EEUU ese gasto ya lo tiene amortizado. Los pingües beneficios que está sacando de la guerra en Ucrania en el sector energético, pero, sobre todo en el de la industria de armamento según los datos aportados por SIPRI. Sólo hasta mayo de 2023 las exportaciones de armamento americano aumentaron en un 49,1% con destino fundamentalmente hacia Ucrania. Y a esto hay que sumar el incremento del 13% del gasto militar europeo que también les compra a ellos.

Y es en ese marco desde el que debemos analizar la propuesta que ha llevado el Secretario General de la OTAN, Stoltenberg, en el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN celebrado los días 4 y 5 de abril. Una propuesta que plantea la necesidad de blindar un fondo permanente a cinco años por un monto de 100.000 millones de euros en el cuál todos los Estados miembros de la alianza aportarían en función de su economía. La idea tiene un doble objetivo, rebajar la aportación norteamericana elevando la europea y así desarticular los discursos de aquellos que plantean que los europeos no se preocupan lo suficiente de su propia defensa. Esto junto la recientemente aprobaba estrategia europea de Defensa que también quiere blindar ese presupuesto pone de manera evidente a la Unión Europea a las puertas de una economía de guerra. El argumentario es el mismo que se ha comenzado a esgrimir desde Bruselas en las últimas semanas: se trata de una inversión para nuestra seguridad.

Y estar avanzando hacia una economía de guerra significa ni más ni menos que proceder al blindaje de todo el gasto destinado a la Defensa, a ser posible, sin ningún control democrático del mismo. Esta es la apuesta de Stoltenberg al plantear que la idea es que las aportaciones tienen que contar con un marco institucional "fiable" y que no dependa de vaivenes políticos nacionales. A buen entendedor... Y en esta misma línea se sitúa la sin par ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock, que apuesta a pies juntillas por esta opción que se ajusta con la línea estratégica seguida por Die Grüne y los Bálticos durante los últimos años. En posiciones más escépticas se han situado países como Bélgica que han planteado el problema de prometer algo que no se pueda cumplir ante el actual contexto de crisis inflacionaria.

Como se puede observar los tres objeticos de la OTAN en Europa no han variado de manera sustantiva. La disuasión sigue vigente y ha vuelto, esta vez, contra el imperialismo ruso; el militarismo también ha regresado y se pretende utilizar como herramienta de mayor influencia norteamericana, pero con menor presencia física y, por último, la integración europea, sí, ma non troppo, siempre supeditada a EEUU y sus intereses, y aquí el concepto de autonomía estratégica no les termina de cuadrar a los atlantistas.

Sea como fuere, el debate sigue abierto, y la decisión se adoptará tras las elecciones al parlamento europeo. Es este un buen momento para ver qué opina la ciudadanía al respecto.

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La UE y el blindaje de la Defensa en el 75 aniversario de la OTAN

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04.04.2024

04/04/202404/04/2024

Celebración del 75 aniversario de la OTAN. Europa Press.

Se cumplen 75 años de la creación de la OTAN el 4 de abril de 1949. Según su línea oficial la alianza transatlántica fue creada con la intención de cumplir con tres objetivos: disuadir el expansionismo soviético, evitar el resurgir de un militarismo nacionalista en Europa a través de la presencia norteamericana y animar el proceso de integración europeo. El fin de la Guerra Fría provocó la necesidad de una adaptación a un nuevo entorno de seguridad, sin el enemigo soviético a las puertas había dos alternativas, disolverse o reconfigurarse y esta fue la opción elegida.

Ya en 1990 en la Declaración de Londres sobre una Alianza Transformada del Atlántico Norte se planteó la necesidad de construir un nuevo concepto estratégico acompañado por su correspondiente estrategia de defensa, éste fue aprobado en Roma en noviembre de 1991. Entonces se pidieron fuerzas "mas pequeñas y más flexibles" y se reforzó el papel europeo dentro de la alianza, se trataba de cambiar la naturaleza y objetivos de la OTAN para justificar su propia existencia, la paz y la cooperación fueron su leit motiv. Enseguida llegarían las guerras en Yugoslavia, el proceso de ampliación de la organización y finalmente los bombardeos no autorizados por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre la entonces República Federal de Yugoslavia en 1999 y de la que hace unos días se cumplía su 25 aniversario por los que todavía, hoy en día, nadie a respondido. También coincidió entonces la consecución de un Nuevo Concepto Estratégico que amparaba está acción sobre conceptos como el de injerencia humanitaria o el derecho a proteger y con el que se inauguraba un Nuevo Orden situado, como ha planteado el prof Remiro Brotons (2000), en contra del Derecho Internacional y que se........

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