Como no me apetece nada entrar al trapo del sátrapa, y comentar las últimas ´paridas´ de su panda, soltadas ladinamente con ánimo de crear polémica, marear, y que en la calle ya no se hable del mayor y repugnante escándalo de su mandato, que ya es mucho decir, pues eso, no me pasa por los ´cataplines´ que me toree un chulo iletrado, con ínfulas de deidad mesopotámica. Así que voy a escribir sobre un tema muy diferente, con un planteamiento personal con el que se podrá estar o no de acuerdo, pero que por lo menos no es un insulto a la inteligencia de las personas. El sátrapa, pasará, pero mis palabras permanecerán.

Y por cierto, la Fiscalía de la Unión Europea, ¿de quién depende…? ¡Eh! ¡De quién depende…! ¡Glup! Pues eso. Y no porque dicha Fiscalía mande nada, sino porque va a ser la carcasa que anuncie el comienzo de la auténtica traca final. Cuando entres en las duchas del lugar donde presuntamente mereces estar, ¡se te van a rifar, guapo!

“UN INFIERNO SIN LLAMAS, NI PERSPECTIVA DE GÉNERO”

Un amigo me comentó tras leer un escrito que había publicado sobre la muerte y el Más Allá, que describía lo que nos espera tras la muerte, de un modo tan esperanzador y hermoso, que le casi le darían ganas de morirse, de no ser porque él estaba convencido de que tras la muerte no había nada… Y le di la razón.

Hay quien dice acertadamente que tras la muerte no hay nada. Y es que realmente no hay nada más que vacío, silencio, y oscuridad cerrada, en un estado donde las horas no pasan por no existir el tiempo para el alma encarcelada a solas con su pensamiento, en un estado sin futuro ni mañana.

Hay quien dice y con razón que tras la muerte no hay nada. Nada para ellos, claro, pero no para quienes con la fuerza de la fe, la batalla de la vida eterna en la Luz ganan.

Y es que la muerte nunca ha sido ´café para todos´, sino un menú a la carta donde cada uno con sus actos y a lo largo de la vida, decide su futuro eterno, bien en la Luz… o en la sorda oscuridad de la Nada; allí donde el dormir no existe y las horas no pasan… en un infierno sin llamas que te roe el alma, por haber muerto junto al cuerpo, también la esperanza.

QOSHE - ¡No entro al trapo, listillo! - Antonio Gil-Terrón Puchades
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¡No entro al trapo, listillo!

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07.03.2024

Como no me apetece nada entrar al trapo del sátrapa, y comentar las últimas ´paridas´ de su panda, soltadas ladinamente con ánimo de crear polémica, marear, y que en la calle ya no se hable del mayor y repugnante escándalo de su mandato, que ya es mucho decir, pues eso, no me pasa por los ´cataplines´ que me toree un chulo iletrado, con ínfulas de deidad mesopotámica. Así que voy a escribir sobre un tema muy diferente, con un planteamiento personal con el que se podrá estar o no de acuerdo, pero que por lo menos no es un insulto a la........

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