Hay que ser insensible, injusto y hacer políticas de separación en lugar de unión, para no considerar profesión de riesgo a la Guardia Civil y a la Policía Nacional, y que sí tengan esta consideración la policía autonómica vasca (Ertzainza), la autonómica catalana (Mossos) y la Foral de Navarra (Foruzaingoa), además de numerosas policías locales, bomberos, trapecistas, banderilleros y personal de vuelo.

Y tiene que tener poca visión de Estado el actual rebaño PSOE para unirse a los independentistas de JuntspCat, Esquerra, BNG, Sumar y Podemos, y votar en contra de esa consideración en una comisión del Parlamento Europeo y, sin embargo, catalogar como tal a las policías autonómicas de Cataluña, País Vasco y Navarra. Qué tiene en la cabeza Pedro Sánchez Pérez-Castejón para negarse a que los miembros de la Guardia Civil y de la Policía Nacional cobren igual que sus compañeros de esas policías regionales y no 400 euros menos al mes, además de 1.000 euros menos en la pensión de jubilación y tener que trabajar hasta 6 años más para alcanzar esa situación: 59/60 años los mossos, ertzainzas y furuzaingoas, y 65 los guardias civiles y policías nacionales.

¿A qué espera el Ejecutivo para promover y el Legislativo para promulgar una ley orgánica que establezca una catalogación igual, un salario idéntico y una misma edad de jubilación (no menos de 67/70 años) para todas las policías integrales, en donde a partir de los 60 sus miembros puedan pasar voluntariamente a funciones burocráticas y dejar la calle y las actuaciones de riesgo? La Generalitat aumentara este año 2024 su presupuesto de Interior hasta los 1.924 millones, incrementando la plantilla de Mossos en 3.500 efectivos, para acercarse a los 22.000 que quiere, mientras la Guardia Civil tiene un déficit de 10.000.

Hay que ser muy desleal para consentir estas injusticias y oponerse a resolverlas. Y el dinero no es la razón porque sí hay, y a espuertas, para crear ministerios vacíos de competencia, nombrar ministros a tutiplén (22) y contratar asesores, asesores de asesores (¡1.062 asesores, con un coste anual de 125 millones!), publicistas y publicidad, marketing, comunicación, peluqueros, maquilladores, estilistas y sastres y sastrería para el desgobierno de Sánchez (¡400 millones el último año!), corrompido por un liderazgo que antepone su ambición de poder a los principios generales y ejerce el control absoluto de la Administración y de empresas e instituciones públicas para comprar apoyos con el dinero del contribuyente y favorecer a amigos, aliados y familiares (rescate histórico con créditos y avales públicos por importe de 1.100 millones de euros a Air Europa, patrocinadora de las actividades de Begoña Gómez, mujer de Pedro Sánchez, como directora del Instituto de Empresa -IE- África Center y titular de una cátedra en la Universidad Complutense creada expresamente para ella).