El fundido es una técnica cinematográfica utilizada para crear transiciones entre escenas y transmitir el paso del tiempo de forma sencilla. Existen varias clases de fundido, pero la que más nos interesa para explicar cómo España pasa abruptamente de escena a escena, es el fundido de ruptura.

Un fundido a negro es una técnica muy utilizada en el cine para realizar transiciones suaves entre dos planos o escenas. Consiste en hacer que una imagen se desvanezca gradualmente a negro u otro color, mientras que la nueva imagen empieza a aparecer de forma progresiva. De esta manera, se crea una transición armoniosa y sutil entre ambos planos, en lugar de un corte brusco y sin continuidad.

El fundido puede aplicarse a cualquier disciplina que, en algún momento y por cualquier causa, sea necesario aplicar una transición. Naturalmente siempre hay que buscar la transición más beneficiosa y que menos daño haga.

Hay varias clases de fundidos, pero son dos los que se vienen utilizando en la política de España desde la instauración de lo que hemos llamado democracia. Estos fundidos son: el fundido a negro y el fundido por ruptura.

En política, los fundidos son de permanente utilización, pero no siempre – incluso diría que los menos utilizados – son los fundidos que menos daño hacen y más beneficios aportan a la transición que con ellos se busca, los que se utilizan. Desgraciadamente España es un ejemplo paradigmático.

En 1978, en España, se realizó la transición de un régimen dictatorial a un régimen democrático. Fue una transición modélica reconocida mundialmente; en términos de fundido, fue un fundido a negro. Esa fue la única transición que se realizó en España que fue beneficiosa para España y para los españoles; a partir de ese momento ha habido transiciones por los cambios de gobierno, y todas han sido transiciones por fundido de ruptura, que es aquel en el que la imagen se resquebraja en pedazos que se separan y dispersan hasta desparecer por completo dejando un fondo negro. Este fundido da una sensación de quiebra o ruptura dramática que puede dar como resultado una profunda transformación en la trama. En términos políticos, una profunda transformación en el país.

Tras varios fundidos a negro más o menos beneficiosos para España, pero que evitaron un fundido de ruptura, el día 4 de marzo de 2004 se produjo este fundido de manera brutal. Un partido político, aprovechando la masacre de Atocha, realizó un fundido de ruptura monumental resquebrajando, quebrando la trama en la que, hasta entonces, se había desarrollado la democracia en España. Ahora, y desde hace unos años, un nuevo fundido de ruptura se ha añadido al anterior con la llegada al poder de Pedro Sánchez que está resquebrajando, rompiendo, quebrando a España sin que nosotros, los ciudadanos espectadores de esta cinta de cine negro, seamos conscientes de esa ruptura en la creencia de que con nuestros votos podemos cambiar el guion de esta tragicómica película que se han montado para su solo beneficio estos políticos de nuestros pecados

MAROGA