Así es compatriotas, estamos en una dictadura, puesto que, desde arriba, los que mandan, tratan por todos los medios de imponernos su pensamiento. Les da igual que nos guste o no, que sea cierto o falso, el caso es que lo aceptemos o que al menos no protestemos.

¿Qué es lo descrito? Pues ni más o menos una dictadura, puesto que lo es toda imposición, cualquiera que sea el método utilizado para llevarla a la práctica.

En nuestra actualidad podemos decir, con toda razón, que estamos en una dictadura de la mentira. Efectivamente otra cosa no abundará, pero mentirosos aparecen por todas las esquinas.

Hoy nos dicen blanco, mañana negro, pasado quien sabe, y nosotros aguantando, por lo de ahora, puesto que todo tiene un límite, y cada vez, mal que les pese, estamos más cerca de él.

No obstante, están tan metidos en su mundo que o bien no ven más allá de sus narices, o se consideran por encima del bien y del mal. En consecuencia, utilizan la mentira como principal arma para mantenerse en el poder, que es lo único que les importa. ¿Y quién las tiene que aguantar? Pues nosotros, el pueblo.

Encima son tan ignorantes o vanidosos que no se dan cuenta o no quieren admitir,

que actúan como dictadores. A mí me conviene esto, pues por un método u otro lo impongo, y no me hablen de ética, esa es solo una palabra muy bonita que sirve tan solo para tener a la gente amarrada en donde nos conviene.

Recientemente un ex político cántabro, en viaje en una capital gallega dijo “mucha gente está en política porque no vale para otra cosa”, “ahora no hay rivales, hay enemigos”, “lo primero que hay que pedir a un dirigente es que no sea corrupto; lo segundo que no sea tonto a poder ser”

Creemos que le sobra razón en sus manifestaciones. Efectivamente muchos de nuestros políticos, ¿qué han hecho antes de dedicarse a trabajar desinteresadamente por nosotros? Pues nada, y se dedican a la política porque no valen para otra cosa, pues para estar en ella no tienen que valer, simplemente ser obedientes y engrosar la claque que alaba al que les paga, por cierto, que generalmente muy bien.

También es cierta la segunda afirmación. Antes entre los políticos había un cierto respeto mutuo, que se ha trasformado en ir a por el contrario, sea como sea. Si eso es entre ellos, ¿qué es cuando es entre ellos y nosotros? Pues ya se lo pueden figurar, como somos los entendidos, vosotros a callar, lo que decimos es lo correcto y si protestáis no tenéis razón.

Lo último dicho por el dirigente cántabro es algo que hay que exigir a todo político, aunque en nuestro país parece un sueño. Raro es el día que no salta un caso de corrupción, a cualquier nivel, o que no aparece alguien implicado en uno ya conocido. Estamos tan habituados que ya no nos sobresalta, es el pan nuestro de cada día, pero ojo, no se vaya de la lengua si comenta algo del mismo, que se puede meter en un buen lio.

El que a poder ser no sea tonto es elemental, aunque a los grandes jefes les conviene que lo sean, porque a cambio de pequeñas prebendas y ser noticia, cosa que les encanta, les obedecen como corderos, al tiempo que ante el pueblo intenten aparentar que son el no va más.

Lo de una dictadura de la mentira no es nada nuevo en realidad todas lo son. Solo tenemos que repasar la historia y comprobaremos que la mentira es inherente a ellas.. Ofrecen todo al pueblo y dicen que se sacrifican por él, cuando en verdad no le dan nada, y es al pueblo al que obligan a sacrificarse por ellos. En definitiva, toda dictadura se basa y es una mentira.

QOSHE - «Dictadura de la mentira» - Rafael López Charques
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«Dictadura de la mentira»

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22.04.2024

Así es compatriotas, estamos en una dictadura, puesto que, desde arriba, los que mandan, tratan por todos los medios de imponernos su pensamiento. Les da igual que nos guste o no, que sea cierto o falso, el caso es que lo aceptemos o que al menos no protestemos.

¿Qué es lo descrito? Pues ni más o menos una dictadura, puesto que lo es toda imposición, cualquiera que sea el método utilizado para llevarla a la práctica.

En nuestra actualidad podemos decir, con toda razón, que estamos en una dictadura de la mentira. Efectivamente otra cosa no abundará, pero mentirosos aparecen por todas las esquinas.

Hoy nos dicen blanco, mañana negro, pasado quien sabe, y nosotros aguantando, por lo de ahora, puesto que todo tiene un límite, y cada vez, mal que les pese, estamos más cerca de él.

No obstante, están tan metidos en su mundo que o bien no ven más allá de sus narices,........

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