Saluda cada día con un corazón rebosante de amor, de dicha y gratitud, por el hecho de estar vivo. Feliz quien ve la belleza, la alegría y la armonía a su alrededor y sabe apreciarlas al máximo. Feliz si reconoces a Dios en todas las cosas, en todas las personas, y das gracias por todo.
El júbilo es como una piedra lanzada en medio de un estanque: las ondas se expanden. Lo hacen hasta los extremos más lejanos del estanque y pueden regresar al centro. El amor y la gratitud llevan alegría a todo aquello con lo que entran en contacto en su trayecto.

El amor es un bálsamo curativo que sana todas las heridas, todos los daños, todas las penas. Unido a Dios ama lo que se puede amar y lo que parece imposible de amar.

Mantén tus ojos abiertos y está siempre alerta para no “vivir” en automático, que no es vivir. Si no estás despierto, pasas por alto buena parte de lo que hay justo enfrente de ti o dentro de ti. Muchos pasan por la vida ciegos ante las grandes o pequeñas maravillas que están ahí. Son incapaces de ver los milagros de la naturaleza, son ignorantes de los milagros de la vida.

Sé consciente de la belleza, de la armonía y la paz y lo que esconden las cosas pequeñas que te rodean. Verás cómo crece esa conciencia hasta que toda la vida se convierte en una maravilla. Entonces andas por ella como un niño, con los ojos muy abiertos ante todo, admiras y agradeces. No habrá ni un solo momento de aburrimiento si das gracias por todo.

La gratitud atrae a tu vida dos buenas compañeras de viaje: la alegría y la esperanza.

Todo mejora en tu ser y en tu vivir simplemente al practicar el arte de ser agradecido. Los estudios muestran que la gratitud eleva tu amor propio y mejora tu estado anímico.

Los agradecidos son más felices, se relacionan mejor y duermen y trabajan mejor.

Además, están mejor equipados para enfrentar la adversidad y construir relaciones más fuertes. Con la gratitud equilibras tus chacras y logras elevar tus vibraciones para fluir bien. Cuando estás agradecido, vibras en una frecuencia más alta, y atraes más bienestar a tu vida.

Primero te cansas tú de dar gracias que Dios y los ángeles de colmarte de regalos y bendiciones.

La gratitud mantiene abierta la puerta de par en par para que lleguen más maravillas a tu vida. Aprecia, valora y agradece lo pequeño y lo grandioso, lo que llamas bueno o malo.

No es malo, es solo un valioso aprendizaje en un empaque nada agradable. La gratitud te alegra, y practicarla es uno de los mejores regalos que te puedes brindar.
Nunca dejes de dar gracias, y comprobarás jubiloso que la gratitud atrae abundancia.

GONZALO GALLO G.
​Escritor y conferencista

QOSHE - El poder de la gratitud - Gonzalo Gallo González
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El poder de la gratitud

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30.11.2023

Saluda cada día con un corazón rebosante de amor, de dicha y gratitud, por el hecho de estar vivo. Feliz quien ve la belleza, la alegría y la armonía a su alrededor y sabe apreciarlas al máximo. Feliz si reconoces a Dios en todas las cosas, en todas las personas, y das gracias por todo.
El júbilo es como una piedra lanzada en medio de un estanque: las ondas se expanden. Lo hacen hasta los extremos más lejanos del estanque y pueden regresar al centro. El amor y la gratitud llevan alegría a todo aquello con lo que entran en contacto en su trayecto.

El amor es un bálsamo curativo que sana todas las heridas, todos los daños, todas las penas. Unido a Dios ama lo........

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