La situación de crisis económica ya no tiene discusión; tal como se venía anunciando, la actividad productiva empezó a ralentizarse y a frenarse, con varios indicadores negativos, hasta llegar al decrecimiento total del PIB en el tercer trimestre. Lo que no sabemos aún, es si este es el fondo, o si el piso continuará hundiéndose. Los analistas y técnicos se quedaron cortos en sus análisis y los resultados fueron más negativos, y ya revisan sus proyecciones a la baja.

El denominador común de estudios sobre las condiciones actuales que rodean el desempeño económico, como los de Anif, Fedesarrollo y académicos coinciden en que adicionalmente a algunas condiciones externas, el mayor golpe a nuestro desarrollo y crecimiento económico radica en la incertidumbre que ha acarreado una caída de la inversión del 11%.

Los inversionistas tanto nacionales como extranjeros exigen seguridad jurídica y seguridad pública para desarrollar negocios, proyectos y nuevas inversiones.

Pero para infortunio de nuestro país la inseguridad campea por campos y ciudades, ante la pasividad e incluso complicidad del Gobierno, con un ministro inexistente que tiene la fuerza pública maniatada y en proceso de desmantelamiento, y complicidad porque en la fracasada ‘paz total’, se toleran los delitos, los secuestros, la expulsión del ejército en diversas zonas.

Por otra parte, las reformas presentadas, especialmente las de salud, pensiones y laboral son una amenaza al desempeño empresarial, creación de empleo y condiciones económicas y sociales del país y un claro indicativo de inseguridad jurídica que ahuyenta cualquier inversión y destruye la confianza inversionista.

Estas propuestas unidas a las constantes amenazas a los empresarios, el desprecio al sector privado, la denominación de esclavistas y el desconocimiento de su aporte al país, tienen la confianza a la baja.

El presidente ha salido con un tema que agrava más la incertidumbre, la revisión de la regla fiscal, cuando recursos tiene suficientes sin ejecutar y la inversión pública solo pesa el 20% de la inversión total.

Colombia ha tenido una imagen de seriedad en su política fiscal, como lo ha señalado el Banco Mundial: “Colombia tiene un historial de gestión macroeconómica y fiscal prudente, anclado en un régimen de inflación objetivo, un tipo de cambio flexible y un marco fiscal basado en una regla fiscal moderna, que proveen una buena base para asegurar la estabilidad macroeconómica, un ingrediente clave para la reducción de la pobreza”. Cambiar o incumplir la regla fiscal destruye esta imagen creada durante años de políticas atinadas.

Entonces, no es ese el camino, sino el de respeto y apoyo al sector privado y la recuperación de la confianza y la credibilidad. El economista de la universidad de los Andes Oska Nupia y muchos estudiosos coinciden en que la política está afectando gravemente la inversión y el consumo de bienes durables y no es sólo un problema de tasas sino de incertidumbre.

María Sol Navia V.
Exministra.

QOSHE - Un común denominador: confianza - María Sol Navia V
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Un común denominador: confianza

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24.11.2023

La situación de crisis económica ya no tiene discusión; tal como se venía anunciando, la actividad productiva empezó a ralentizarse y a frenarse, con varios indicadores negativos, hasta llegar al decrecimiento total del PIB en el tercer trimestre. Lo que no sabemos aún, es si este es el fondo, o si el piso continuará hundiéndose. Los analistas y técnicos se quedaron cortos en sus análisis y los resultados fueron más negativos, y ya revisan sus proyecciones a la baja.

El denominador común de estudios sobre las condiciones actuales que rodean el desempeño económico, como los de Anif, Fedesarrollo y académicos coinciden en que adicionalmente a algunas condiciones externas, el mayor golpe a nuestro desarrollo y crecimiento económico radica en la........

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