Publicado en 1968, Crime and Punishment: an Economic Approach (Crimen y Castigo: una aproximación económica) es un artículo fundamental para entender la criminalidad. Su autor, el Premio Nóbel de Economía, Gary Becker, se distinguió por aplicar el razonamiento económico a temas tan diversos como la educación, el consumo de tabaco, la estructura de las familias, la discriminación o la inmigración.

Becker fue, en muchos aspectos, un pensador revolucionario que desmontó varios de los mitos sociológicos sobre el comportamiento de los humanos.

Siguiendo a Rousseau, existen pensadores sociales que consideran que el actuar del hombre se explica por el entorno en el que se ha criado y desarrollado. Como la sociedad es perversa y destruye la bondad natural del hombre, sus actos no son su responsabilidad sino deben ser explicados por los factores sociales en los que transcurre su existencia.

Este es el fundamento de tantos argumentos que justifican la violencia porque la gente tiene hambre o la inseguridad como un resultado de la falta de oportunidades.

Becker rompe con esta aproximación señalando que los delincuentes hacen cálculos económicos en los cuales utilizan conceptos económicos como riesgo, rentabilidad y costo.

En medio de un evidente aumento de todas las formas de delincuencia en el país, bien haríamos en escuchar a este economista.

El delincuente no es un seguidor de Rousseau que intenta vengar el daño que la sociedad le ha hecho. Es un ser que, utilizando una racionalidad sin ética, analiza los beneficios esperados de sus actos, pero también tiene en cuenta los riesgos y costos de su actuar.

Si el riesgo es superior al beneficio esperado es muy probable que no delinca. El índice de impunidad indica la posibilidad de “salirse con la suya”.

Si percibe que la policía y la justicia son ineficaces, la tentación del delito se incrementa.

Lo vemos en el hecho simple de los colados en el servicio de transporte público cuyo número es cada vez mayor.

El que comete esta infracción sabe que el riesgo de ser sancionado es casi inexistente.

La ciudadanía está entonces indefensa y el delincuente envalentonado por la impunidad. Basta ver las imágenes de los asaltos para constatar el desequilibrio.

Si por azar es capturado, sabe que la justicia no lo castigará y volverá rápidamente a sus andanzas. Otros se verán atraídos por los beneficios del delito y la inseguridad seguirá creciendo.

Las sociedades seguras son aquellas en las que la capacidad de castigar es alta y por lo tanto el delito no es “rentable”.

Con una Policía desanimada y desbordada, una inteligencia desmantelada y un mensaje institucional ambiguo con respecto al delito, convendría releer a Becker. No es la prevención donde debe hacerse énfasis. Es aumentado el costo de delinquir con una policía eficiente y una justicia que castigue con severidad.

MIGUEL GÓMEZ MARTÍNEZ
​Decano de Economía Universidad del Rosario
migomahu@gmail.com

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El delito y la economía

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28.02.2024

Publicado en 1968, Crime and Punishment: an Economic Approach (Crimen y Castigo: una aproximación económica) es un artículo fundamental para entender la criminalidad. Su autor, el Premio Nóbel de Economía, Gary Becker, se distinguió por aplicar el razonamiento económico a temas tan diversos como la educación, el consumo de tabaco, la estructura de las familias, la discriminación o la inmigración.

Becker fue, en muchos aspectos, un pensador revolucionario que desmontó varios de los mitos sociológicos sobre el comportamiento de los humanos.

Siguiendo a Rousseau, existen pensadores sociales que consideran que el actuar del hombre se explica por el entorno en el que se ha criado y desarrollado. Como la sociedad es perversa y destruye la........

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