Mayoritariamente, los jóvenes colombianos se encuentran decepcionados del gobierno, pues nada de lo que se les prometió en campaña les ha sido materializado hasta ahora. Existe una grave preocupación por parte de ellos sobre lo que será su futuro y su porvenir. Más allá de las encuestas, es esto lo que se percibe en sus conversaciones cotidianas.
Hoy tuve la oportunidad de hablar con cuatro de estos jóvenes, que representan la voz de miles. Sebastián, Claudia, Leonardo y Adriana son Consejeros Nacionales de Juventud. Cada uno de ellos simboliza un liderazgo significativo en su región y en el país, pues son miembros de la junta directiva del Consejo Nacional de Juventud, estancia que da voz a millones de jóvenes en Colombia.
Sebastián se encuentra en Tierralta, en el departamento de Córdoba. Desde allí promueve a los jóvenes campesinos de esta región, históricamente azotada por la violencia. Claudia es una joven que pronto se graduará como trabajadora social y vive en el municipio de Zarzal, en el Valle. Es una lideresatenaz, afrodescendiente y batalladora por los derechos de su comunidad.
Leonardo se encuentra en Medellín, aunque es de Corozal. Lleva años liderando valerosamente movilizaciones juveniles. Finalmente, tenemos a Adriana, mujer valiente que desde San Diego en Sucre promueve los derechos de los jóvenes de su región. Por ello, aunque terminó estudios de contabilidad, se encuentra estudiando derecho, para así dar voz a aquellos que ella considera no la tienen.
Como podemos observar, ninguno de ellos hace parte del club de los “blanquitos ricos” que tanto desprecia el gobierno. Así y todo, a pesar de que algunos de ellos votaron por el proyecto político del presidente Petro, se sienten completamente desoídos por su administración.
Desde la Consejería Presidencial para la Juventud lo único que han recibido son ninguneos. Ellos no entienden como esta administración asignará 1.2 billones de pesos, que es lo que cuesta el programa de “Pagar por no matar” a jóvenes delincuentes, cuando el sistema de participación juvenil, del cual hacen parte, requiere de muchos menos recursos y ni siquiera se les ha asignado presupuesto suficiente para celebrar su Asamblea General, que por mandato legal debe ser anual.
Esta es la razón que los llevó a emitir un comunicado, el cual adjunto al final de esta columna, el cual evidencia el malestar de los Consejeros Nacionales de Juventud con el gobierno nacional. Ellos fueron elegidos popularmente y no han podido ejercer como tenían planeado su mandato, entre otras razones porque el gobierno no les ha otorgado herramientas mínimas para ello.
Desde el año pasado, se han venido presentando varias irregularidades en esta Consejería. En diciembre de 2022, en un encuentro en Medellín, decenas de Consejeros de Juventud terminaron hospitalizados, pues los alimentos que se les suministraron estaban en mal estado. También fueron alojados en lugares con condiciones precarias. Al parecer a los jóvenes les va bien en este gobierno, pero si delinquen.
Una deuda enorme que se tiene con ellos es la reforma al Estatuto de Ciudadanía juvenil, que reglamenta todo lo relacionado con la participación nacional de juventudes en Colombia. Ellos quieren contar con mecanismos de participación democrática idóneos, pero sus representantes hasta ahora no han sido oídos. Pareciera que solo si disparan, maltratan, lesionan o roban serán interlocutores idóneos para este gobierno.
La construcción de una ciudadanía responsable empieza por los jóvenes. Nada podremos demandar de ellos en un futuro si no se les dan las condiciones mínimas para ejercer sus derechos y cumplir con sus deberes.
La juventud colombiana no aguanta más. Ojalá el gobierno reaccione. O será que ¿El gobierno solo oye a terroristas?
El gobierno sólo oye a terroristas
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14.11.2023
Mayoritariamente, los jóvenes colombianos se encuentran decepcionados del gobierno, pues nada de lo que se les prometió en campaña les ha sido materializado hasta ahora. Existe una grave preocupación por parte de ellos sobre lo que será su futuro y su porvenir. Más allá de las encuestas, es esto lo que se percibe en sus conversaciones cotidianas.
Hoy tuve la oportunidad de hablar con cuatro de estos jóvenes, que representan la voz de miles. Sebastián, Claudia, Leonardo y Adriana son Consejeros Nacionales de Juventud. Cada uno de ellos simboliza un liderazgo significativo en su región y en el país, pues son miembros de la junta directiva del Consejo Nacional de Juventud, estancia que da voz a millones de jóvenes en Colombia.
Sebastián se encuentra en Tierralta, en el departamento de Córdoba. Desde allí promueve a los jóvenes campesinos de esta región, históricamente azotada por la violencia. Claudia es una joven que pronto se........
© Revista Semana
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