Los jefes del ELN, con dejo imperial, manifiestan que seguirán secuestrando mientras no los financie el estado, lo que ni siquiera dice Hamas. Eso contrasta con actos diarios de valor realizados por gentes comunes y corrientes en nuestro país.

En San Zenón, un olvidado municipio del departamento del Magdalena, ubicado en la margen derecha del brazo de Mompox, una niña de 15 años, Ximena Carolina Zamora, no vaciló en lazarse al río Magdalena para salvar a una amiguita que se ahogaba. La salvó, pero perdió su propia vida al ser arrastrada por un traicionero remolino.

Igualmente, en el río Palomino, límite entre los departamentos de Magdalena y La Guajira, Danilo Villafañe, nada menos que el gobernador de los arahuacos de la Sierra Nevada de Santa Marta, tampoco dudó en lanzarse al río para rescatar a una muchacha de 25 años, Erika Izquierdo Chaparro. Sin embargo, una crecida súbita del río lo arrastró a él y a la niña: ambos perecieron ahogados.

El acto de valor de Danilo hace recordar algo similar. En 1525 Rodrigo de Bastidas fundó a Santa Marta y entre sus allegados estaba Rodrigo Álvarez Palomino, un valiente oficial al que llamaban Capitán Palomino, que después de salvar la vida a Bastidas en un atentado promovido por sus subalternos, fue designado por este como su sucesor en la gobernación de Santa Marta, antes de partir hacia Cuba. Sin embargo, la Audiencia de Santo Domingo, de donde dependía Santa Marta, designó como gobernador a otro Capitán, Juan Badillo. Esa doble designación generó una aguda confrontación entre Badillo y Palomino, aunque al mismo tiempo ambos debían enfrentar las pretensiones territoriales de los Capitanes Generales de Venezuela.

Palomino era famoso, además, por un brioso y valiente caballo de su propiedad que se llamaba “Matamoros”. En uno de los encuentros con Badillo, Palomino, enfurecido, quiso cruzar con su impetuoso caballo un río que nace en la Sierra Nevada de Santa Marta y desemboca en el mar.

“Matamoros” se rehusó a entrar en el correntoso río que en ese momento estaba muy crecido, hasta que, espoleado por Palomino, entró al agua. El río arrastró al osado capitán y a su inolvidable caballo: ambos perecieron ahogados.

El río que baja de la Sierra Nevada, en el que se ahogaron caballo y jinete, se denominó desde entonces “Palomino” y fue en el que se ahogó también Daniel Villafañe. En su margen derecha existe un corregimiento que se llama Palomino, que es ahora un concurrido centro turístico.

El capitán Badillo, sin embargo, dejó su nombre a otro río que también nace en la Sierra Nevada, pero que desemboca en el río Cesar, cerca de Valledupar, y también a un corregimiento que lleva su nombre y que fundó en 1528. Es más recordado que su rival porque aparece en un famoso vallenato y en una canción que cantó Claudia de Colombia.

Las tierras recorridas por Palomino y Badillo, cerca de quinientos años después, quedaron a merced de los siniestros grupos de autodefensa, de las FARC y del ELN.

Este último chantajea ahora al país como Tribunal de la Inquisición, desconociendo que todos los días hay actos de valor anónimos como los de Ximena, Carolina y Daniel, heredados de la estirpe de Palomino y Badillo, que ha dejado sus huellas en el alma de la gente de esas regiones.

QOSHE - Entre el chantaje y el heroísmo - Julio Londoño Paredes
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Entre el chantaje y el heroísmo

11 1
29.12.2023

Los jefes del ELN, con dejo imperial, manifiestan que seguirán secuestrando mientras no los financie el estado, lo que ni siquiera dice Hamas. Eso contrasta con actos diarios de valor realizados por gentes comunes y corrientes en nuestro país.

En San Zenón, un olvidado municipio del departamento del Magdalena, ubicado en la margen derecha del brazo de Mompox, una niña de 15 años, Ximena Carolina Zamora, no vaciló en lazarse al río Magdalena para salvar a una amiguita que se ahogaba. La salvó, pero perdió su propia vida al ser arrastrada por un traicionero remolino.

Igualmente, en el río Palomino, límite entre los departamentos de Magdalena y La Guajira, Danilo Villafañe, nada menos que el gobernador de los arahuacos de la Sierra Nevada de Santa Marta, tampoco dudó en lanzarse al río para rescatar a una........

© Revista Semana


Get it on Google Play