12 Ene, 2024 | La unidad es la base fundamental para lograr el objetivo, que no es otra cosa que nuestra ansiada DEMOCRACIA.
Para lograrla es bueno recordar hechos históricos que nos permiten demostrar, que si pudimos lograrla, gracias al esfuerzo y la constancia realizados por nuestros dirigentes de esas gestas históricas como el 30 de noviembre del año 1952 y posteriormente el gran 23 de Enero de 1958.
Entre ellos está presente, para mí como factor fundamental, el Maestro Jóvito Villalba, de aquí, de Pampatar, de esta bella Isla de Margarita del Estado Nueva Esparta, basta leer y comprender sus conceptos claros y precisos de ella.
“SEÑORES:
Si este régimen nacional y democrático puede y debe ser creado, yo me pregunto ahora, cual es el camino más corto para llegar a su realización.
La respuesta está sembrada para siempre en el corazón y en la mente de todos los venezolanos, el camino es la UNIDAD sincera y total entre los venezolanos.”
La unidad nace con el cambio que ella propicia en la entraña de la historia, pero se alimenta también con el cambio de actitud de los hombres y los grupos sociales. El progreso de Venezuela nos ha hecho conocernos más, ha quebrantado el aldeanismo de nuestra vida nacional y ha articulado un intenso intercambio de riquezas y servicios entre el mapa físico y demográfico de Venezuela. Pero junto a ello, actúan factores humanos decisivos: como la bondad, el buen sentido y el ánimo patriótico de los Venezolanos que repudian todo regionalismo y todo rencor de bandería, actúa al presente, la justa línea política adoptada por los partidos políticos, la Junta Patriótica y el Frente Estudiantil, actua la promesa democrática y los inspirados pronunciamientos de la Junta de Gobierno, actúa el espíritu institucional y noblemente patriótico que han asumido las Fuerzas Armadas, y por último, la resonante verdad de que la lucha contra el déspota y la gran victoria democrática fue obra del pueblo unido y de los militares unidos.”
Esto era parte de la definición del Maestro Villalba en los momentos cruciales de nuestra historia, pero es que sucede que tanto la unidad como la democracia es menester entenderla con justa dialéctica y practicarla con sinceridad, para que pueda lograr su objetivo y salvar los ingentes peligrosos que la amenazan.
Pero, tenemos que tener bien claro que la lucha por los ideales democráticos, no es la gesta de un día o de un tiempo determinado, es la lucha constante, permanente, vigilante y sin tregua, porque la democracia tiene la debilidad de engendrar, si no se vigila y se le perfecciona, desviaciones políticas que atentan contra su propia naturaleza y que puede ser allanada por fuerzas opresoras como lo es, una dictadura.
Definitivamente hay que salvar a Venezuela, nuestra patria, la de nuestros hijos, nuestros nietos y bisnietos encarnados en esta tierra, entre sus hombres y mujeres con el espíritu de nuestro Libertador, y todos sumados concluimos, en que sólo a través de esta fórmula, trasmitida en el tiempo por ese paladín de LA UNIDAD POR LA BASE, el Maestro Jóvito Villalba, podremos lograrla de nuevo: LA UNIDAD, LA UNIDAD, LA UNIDAD.