22 Feb, 2024 | Este 22 de febrero se cumplieron 5 años del evento político-propagandístico-musical realizado en Cúcuta-Colombia, con el apoyo financiero del magnate británico Richard Branson, el cual fue convocado con el propósito de adornar con pueblo, agitación y propaganda, el ingreso de la mal llamada ayuda humanitaria a Venezuela.
La abrumadora campaña mediática que promocionó el concierto denominado Venezuela Aid Live fue diseñada para que el mundo entero posara su mirada en la frontera colombo-venezolana por esos días. El show era la excusa para adornar lo que esperaban sería una secuencia de numerosas deserciones en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y de masivas manifestaciones populares de respaldo al “gobierno interino” de Juan Guaidó. Calcularon con datos equivocados, que quebrarían la indoblegable voluntad de los oficiales y soldados de nuestra FANB de defender junto a la Policía Nacional Bolivariana y a la inmensa mayoría del pueblo la soberanía nacional y el legado de dignidad de nuestros próceres independentistas. Creyeron que nuestros oficiales y soldados pertenecen a la misma especie de muchos políticos de la vieja oligarquía político-partidista venezolana y de sus herederos de estos tiempos, para quienes el dinero, el lujo, el placer y las francachelas, son los símbolos representativos del poder.
El 23 de febrero de 2019, un convoy de cuatro camiones con “ayuda humanitaria” de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), intentó pasar la frontera colombo-venezolana por el puente internacional Francisco de Paula Santander.
Una de las cuatro “tractomulas” que intentaron ingresar ilegalmente a Venezuela, fue incendiada del lado colombiano del viaducto y se convirtió en el falso positivo ideal para intentar justificar una intervención militar extranjera en Venezuela.
Inmediatamente, la imagen del camión en llamas dio la vuelta al mundo y se convirtió en el símbolo de la “maldad sin límites” del régimen del presidente Nicolás Maduro. Los mensajes por las redes sociales de altos funcionarios del gobierno de Donald Trump, no se hicieron esperar: “Los matones de Maduro quemaron un camión cargado de alimentos”, tuiteó Mike Pence, a la sazón vicepresidente de EE.UU. “Cada camión que Maduro quemó lleva 20 toneladas de ayuda. Debe pagarlo caro”, señaló el senador Marco Rubio. John Bolton, asesor de seguridad de Trump, anunció que Maduro había “contratado a delincuentes para quemar el camión”, y el entonces secretario de Estado, Mike Pompeo, se mostró “asqueado” por la imagen.
Los principales portavoces de la Administración Trump, Juan Guaidó y sus aliados en América Latina y Europa, coincidieron rápidamente en que los soldados de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) eran los responsables del incendio, bien porque tiraron bombas de gas lacrimógeno, o porque algunos policías se acercaron al camión para prenderle fuego. Cada quién tenía su propia versión.
Por su parte, Juan Guaidó, anunció que el camión quemado justificaba su decisión de pedir a los países integrantes del grupo de Lima que en la declaración de la reunión que por esos días se realizaría en Bogotá incluyese una opción militar para “salir” de la crisis venezolana. Luego, el presidente colombiano, Iván Duque, dijo, que el camión era un símbolo de la “crueldad del régimen”.
Es aquí donde adquiere un valor inigualable el papel de Telesur en la escena informativa latinoamericana y, en este caso, el papel de la periodista de este canal de TV, Madeleine García, quién estaba en el lugar de los acontecimientos y vía twitter dijo:
-A partir de este momento contaré dos historias, la primera muy importante ¿qué traían los camiones con la supuesta "ayuda humanitaria”?
-El fuego no logró consumir toda la carga que traían las gandolas, en una supervisión se puedo observar que había guayas, pitos, máscaras, miguelitos, es decir el kit para las guarimbas.
-La gran pregunta ¿qué tienen que ver pitos, guayas, clavos con la "ayuda humanitaria"?
-Mientras mi compañero Leonel de Telesur grabó lo que había en las gandolas con la supuesta ayuda humanitaria nosotros nos trasladamos al puesto de la GNB en La Mulata a escasos 15 minutos del puente de Ureña donde fueron quemadas y es que en horas de la madrugada fue atacado.
-A la 1 de la madrugada de este 24 de febrero alrededor de 60 paramilitares rodearon el puesto de comando de la GNB en La Mulata.
-En el puesto de la GNB en La Mulata había 33 soldados entre hombres y mujeres, los paramilitares les pedían que se rindieran que entregaran sus armas, que negociaran, que no perdieran su vida por el gobierno de Nicolás Maduro.
-El ataque duró una hora y los soldados venezolanos no descartan que puedan ser nuevamente emboscados "pero estamos preparados con las mismas ganas de defender la patria”.
-Los paramilitares lanzaron dos granadas, literalmente rodearon el puesto, uno de los atacantes resultó herido.
-El ataque está vinculado a la acción de las gandolas en el puente de Ureña con la "ayuda humanitaria" no avanzó más porque un PNB le quitó la llave al conductor de la primera y fue allí que decidieron quemarlas, comenzaron por la segunda donde estaban los kits para las guarimbas.
-Si la caravana con la "ayuda humanitaria" hubiese avanzado con el material para las guarimbas, hubiera sido difícil para las comisiones ayudar al puesto atacado por los paramilitares y ya tomado el control del puesto de la GNB, Ureña hubiese sido la cabeza de playa.
Para confirmar la versión de Telesur, el 10 de marzo de 2019, el diario estadounidense The New York Times señaló que, según una serie de grabaciones no publicadas y filmaciones compartidas por el gobierno colombiano, fue una bomba molotov lanzada por un opositor de Maduro la que produjo el incendio del camión. "El trapo usado para que estallara la mezcla del cóctel se separó de la botella y, ya encendido, voló hacia el camión. Unos segundos después la grabación muestra a ese camión en llamas. El mismo manifestante es visible en otro video, unos 20 minutos antes de lo sucedido, impactando otro camión con un cóctel molotov, sin que ese vehículo se quemara".
The New York Times destacó la complicidad del Gobierno colombiano en la desinformación distribuida a los medios. La mañana del 24 de febrero 2019, Bogotá envió a periodistas estadounidenses y colombianos vídeos grabados por cámaras de videovigilancia en los que se resalta a los policías que disparan bombas de gas lacrimógeno detrás del camión. En la siguiente imagen se ve el humo saliendo del vehículo.
La secuencia deja entrever que los responsables fueron los policías venezolanos, afirma The New York Times, pero advierte que el Gobierno colombiano editó el vídeo de forma que excluye los 13 minutos antes del inicio del incendio. Bogotá se ha negado a publicar esas imágenes pese a la solicitud del diario neoyorquino.
Cinco años después es oportuno recordar aquellos sucesos y preguntarse ¿hasta dónde son capaces de llegar algunos dirigentes políticos en su obsesión por alcanzar el poder?
Este recordatorio a propósito de la nueva “operación internacional” en marcha destinada a intentar acorralar nuevamente a nuestro país, solicitando más sanciones o “consecuencias”, como llaman ahora a las medidas coercitivas unilaterales, que los EEUU y sus aliados del mundo con el respaldo de sus socios internos, han propiciado para el sufrimiento de un pueblo, al que pretenden someter por la vía del hambre y las penurias económicas.
¿Será que están preparando un nuevo falso positivo en esta dirección?
¡Mosca pues!
A 5 años del Venezuela Aid Live (Recordar es vivir)
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23.02.2024
22 Feb, 2024 | Este 22 de febrero se cumplieron 5 años del evento político-propagandístico-musical realizado en Cúcuta-Colombia, con el apoyo financiero del magnate británico Richard Branson, el cual fue convocado con el propósito de adornar con pueblo, agitación y propaganda, el ingreso de la mal llamada ayuda humanitaria a Venezuela.
La abrumadora campaña mediática que promocionó el concierto denominado Venezuela Aid Live fue diseñada para que el mundo entero posara su mirada en la frontera colombo-venezolana por esos días. El show era la excusa para adornar lo que esperaban sería una secuencia de numerosas deserciones en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y de masivas manifestaciones populares de respaldo al “gobierno interino” de Juan Guaidó. Calcularon con datos equivocados, que quebrarían la indoblegable voluntad de los oficiales y soldados de nuestra FANB de defender junto a la Policía Nacional Bolivariana y a la inmensa mayoría del pueblo la soberanía nacional y el legado de dignidad de nuestros próceres independentistas. Creyeron que nuestros oficiales y soldados pertenecen a la misma especie de muchos políticos de la vieja oligarquía político-partidista venezolana y de sus herederos de estos tiempos, para quienes el dinero, el lujo, el placer y las francachelas, son los símbolos representativos del poder.
El 23 de febrero de 2019, un convoy de cuatro camiones con “ayuda humanitaria” de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), intentó pasar la frontera colombo-venezolana por el puente internacional Francisco de Paula Santander.
Una de las cuatro “tractomulas” que intentaron ingresar ilegalmente a Venezuela, fue incendiada del lado colombiano del viaducto y se convirtió en el falso positivo ideal para intentar justificar una intervención militar extranjera en Venezuela.
Inmediatamente, la imagen del camión en llamas dio la vuelta........
© Sol de Margarita
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