No hay ningún motivo, más allá de la buena educación, para aplaudir al entrenador visitante de esta tarde. La mayoría de la grada joven no había nacido cuando Benítez estaba en Mestalla, pero es que además aquellas dos ligas de principio de siglo fueron una conquista primero de los jugadores, luego de la directiva, que confío la plantilla a un buen secretario técnico, y por último del inquilino del banquillo. Es más, en términos deportivos, el más beneficiado de su paso por el Valencia fue el actual entrenador del Celta, así que aplauda él cuando salga, si su ego le deja. Por cierto, para dejarlo claro una vez más, fue Benítez quien no creyó en reeditar el título liguero en 2004, tanto que en primavera ya tenía apalabrada su llegada a Liverpool. El Valencia, que lo sabía, le brindó sus instalaciones para la despedida, donde no estuvo a la altura y cargó contra el club que los había encumbrado. Basta de ofrendas equivocadas.

Viene un fin de año intenso, que empieza hoy con los vigueses, luego con complicadas visitas a Girona y Getafe, antes del Barça en Mestalla. Entremedio, la Copa en Arosa, y el inminente mercado de invierno, donde el Valencia debería acudir en circunstancias normales, pero con Peter Lim es más fácil que venda a algunos de los canteranos que se han hecho por méritos propios fijos en el once.

Baraja habrá aprovechado el parón para ajustar algunas piezas, aunque pese a su buen trabajo, sigue sin tener interlocución directa con Lim para decirle en vivo las necesidades de un equipo que no debe sufrir este curso, y donde la Copa apunta como otra competición que puede dar mucho juego. Pero como está demostrado, Lim se compró el Valencia para otras cosas lejanas a lo que debe ser un equipo de fútbol. Por eso, más que reverenciar a Benítez, deberíamos poner el foco, y los micrófonos, en la presidenta, que vuelve a hacer mutis por el foro tras volver de Singapur, donde supongo que se habrá hablado de aprovechar la ventana invernal para incorporar algún futbolista, además de como volver a regatear al Ayuntamiento en el tema del Nou Mestalla, y por extensión a todo el valencianismo.

La mejor receta para que un equipo funcione pasa por una cierta coordinación que quien dirige la plantilla, el entrenador, quien peina el mercado interior y exterior, el director deportivo, y una interlocución con los objetivos económicos y deportivos, que siempre van juntos, con los consejeros. Parece fácil, pero nunca lo es, como se sabe en Mestalla y también en otros clubes más prósperos. Aunque la condición más básica es no esconderse, como lleva haciendo Lay Hoon Chan en su segunda etapa.

Albergaba un átomo de esperanza en que la salida de Rubiales fuera acompañada también de la del ínclito Tebas, pero el socio de Lim ha aprovechado este descanso otoñal para convocar nuevas elecciones con el único deseo de perpetuarse. Otra ocasión perdida para limpiar las opacas estructuras del fútbol español, esas que permiten que Lim siga devaluando una entidad histórica ante el silencio cómplice de muchos, Tebas el primero.

QOSHE - El turbio Tebas - Joan Carles Martí
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El turbio Tebas

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25.11.2023

No hay ningún motivo, más allá de la buena educación, para aplaudir al entrenador visitante de esta tarde. La mayoría de la grada joven no había nacido cuando Benítez estaba en Mestalla, pero es que además aquellas dos ligas de principio de siglo fueron una conquista primero de los jugadores, luego de la directiva, que confío la plantilla a un buen secretario técnico, y por último del inquilino del banquillo. Es más, en términos deportivos, el más beneficiado de su paso por el Valencia fue el actual entrenador del Celta, así que aplauda él cuando salga, si su ego le deja. Por cierto, para dejarlo claro una vez más, fue Benítez quien no creyó en reeditar el título liguero en 2004, tanto que en primavera ya tenía apalabrada su llegada a Liverpool. El........

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