Cubainformación.- Personas ubicadas -la mayoría- en Miami y dedicadas a la propaganda contra la Revolución cubana en redes sociales, como Alexander Otaola, Orlando Gutiérrez Boronat, Eliecer Ávila, Liudmila Santiesteban, Manuel Milanés, Paparazzi cubano, Ultrack y Leo Juvier Hendrick, así como organizaciones como la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), figuran ya oficialmente en una lista, publicada por la Gaceta Oficial de la República de Cuba, de entidades terroristas. Sus llamados a la violencia, a la invasión del país y al bloqueo económico, cuando no su participación directa en el suministro de armamento para acciones violentas, están plenamente certificadas.

Recomendamos dos materiales publicados en Cubainformación: una conferencia en video (con texto transcrito) del viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío, titulada Cuba siempre ha estado dispuesta a dialogar con EEUU en condiciones de igualdad, respeto y con el ánimo de buscar soluciones integrales; y un artículo de Enrique Milanés León, de Cubaperiodistas, titulado Norah Jones, los amores platónicos y el odio certificado.

Farnández de Cossío nos habla de las contradicciones -que llega a calificar de «cómicas»- del Departamento de Estado en su política de «sanciones» contra Cuba. Y pone varios ejemplos.

Uno, cómo Cuba sigue en la «lista de estados terroristas» y sufre por ello un bloqueo financiero total, cuando fue el expresidente de Colombia Iván Duque quien pidió a Trump la inclusión de Cuba en la lista, por negarse a entregar a la delegación de la guerilla del ELN, ubicada entonces en La Habana y lo que habría supuesto la ruptura total de los acuerdos firmados, mientras el actual presidente colombiano Gustavo Petro ya ha retirado la orden de captura por Interpol del ELN y negocia oficialmente con dicha guerrilla.

Dos, cómo EEUU impuso sanciones o amenazas de sanciones contra empresas navieras, transportistas y aseguradoras involucradas en el suministro de combustible a Cuba, con el pretexto de que había «miles de militares cubanos en Venezuela», algo que, seis años después, nadie ha visto ni se ha presentado sobre ello prueba alguna. Sin embargo, las sanciones siguen en pie y la factura por sobrecostes energéticos para Cuba es gigante.

Tres, cómo EEUU consiguió atacar y destruir parcialmente importantes acuerdos de cooperación médica internacional de Cuba, para dañar las fuentes de ingresos que servían para mantener el sistema de salud pública de la Isla, con el argumento de que eran un «negocio del régimen castrista». Años después, aún nadie ha visto la cuenta de un solo funcionario beneficiado por este «negocio», pero las presiones, amenazas a terceros y ataques continuan igual.

El artículo de Enrique Milanés nos acerca a un nuevo caso de censura a una artista de EEUU, que se disponía a actuar en febrero de 2024 en Cuba pero que, tras la presiones fascistas desde Miami, ha decido cancelar el evento. Una más de las lecciones de libertad artística para Cuba, desde EEUU.

Equipo: Lázaro Oramas, José Manzaneda, Hafed Mohamed Bachir.