Las protestas del domingo 17 de marzo en Santiago de Cuba, debido a los cortes de luz y al retraso en la entrega de los alimentos subvencionados, consecuencia a su vez de la guerra económica contra la Isla por parte del Gobierno de EEUU, de los efectos de la pandemia y del escenario inflacionario internacional, siguen generando cientos de editoriales, notas, noticias, entrevistas y reportajes en la prensa occidental. Aún sin muertes, ni violencia, ni represión, porque en aquella ciudad del oriente cubano, las autoridades dialogaron con las personas que se manifestaban, de manera valiente, sincera, democrática y pacífica.

Pero no importa. Los medios internacionales siguen pintando la situación de Cuba como «límite», propia de un «estado fallido». Y siguen colaborando con el globo político-mediático de Washington y Miami, desde donde se trabaja para conseguir el agravamiento de las condiciones de vida de la población cubana, y así generar la hoja de ruta deseada: descontento, protestas, violencia, represión, muerte. y, finalmente, caos y una «necesaria» intervención de EEUU . El que no lo vea está tuerto o ciego.

Para ayudar a Santiago de Cuba ya se ha activado la solidaridad internacional , con el envío de ayuda material. Es la forma más normal, la más sensata y de sentido común. Pero, desde Miami, congresistas de ultraderecha optan por su particular forma de «ayudar» a la «libertad» del pueblo cubano. ¿Cómo? Aprobando para 2024 otros 50 millones de dólares, por parte del Congreso de EEUU, para alimentar las protestas en Cuba y para sostener a decenas de medios de comunicación y agrupaciones cubanas opositoras «independientes», así como prohibiendo toda colaboración hipotética, desde EEUU, con el sector privado de Cuba . Tantos años exigiendo que el Gobierno cubano permitiera la iniciativa privada, y ahora que hay 11 mil pequeñas y medianas empresas, las serruchan el piso.

Hablaremos de la respuesta certera de Guillaume Long, ex ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, al senador ultraderechista Marco Rubio quien, por cierto, se rumorea que pueda ir como candidato a la vicepresidencia de EEUU con Donald Trump. Este arquitecto del bloqueo a Cuba dice que «el embargo a los alimentos» no existe para Cuba. En fin. Pongan Vds. el adjetivo que preferían a este individuo.

Hablaremos también de cantantes como Pancho Céspedes y Yotuel Romero, a cual más borracho de odio contra el que un día fue su pueblo (ya no lo es), y de sus llamados a la insurrección en la Isla. Céspedes incluso pidió la intervención del Gobierno de EEUU. Sí, sí los «Patria» y Vida quieren su patria en manos de los yankis . En fin. A esta gente se le han fundido ya todas las neuronas y aún no lo saben.

Hoy con post de:

@GuillaumeLong

@Ravsberg

@marcorubio

@NicanorDeCuba

Foto para portada: sitio oficial de María Elvira Salazar. Equipo: Lázaro Oramas, José Manzaneda, Hafed Mohamed Bachir.

Fragmentos principales de «El Batazo»

1 – Hoja de ruta diseñada para Cuba: asfixia, protestas, violencia e intervención salvadora de EEUU

2 – Las dos maneras de «ayudar» a Santiago de Cuba

3 – Acabando con las mentiras del padre de la asfixia contra Cuba: Marco Rubio

4 – Pancho Céspedes: odio, fascismo y demencia

5 – El granizo acabó con la última neurona de Yotuel

6 – Si el bloqueo a Cuba no existe, ¿ya pueden llegar turistas de EEUU?

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Yankidemocracia: millones para asfixiar a Cuba

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27.03.2024

Las protestas del domingo 17 de marzo en Santiago de Cuba, debido a los cortes de luz y al retraso en la entrega de los alimentos subvencionados, consecuencia a su vez de la guerra económica contra la Isla por parte del Gobierno de EEUU, de los efectos de la pandemia y del escenario inflacionario internacional, siguen generando cientos de editoriales, notas, noticias, entrevistas y reportajes en la prensa occidental. Aún sin muertes, ni violencia, ni represión, porque en aquella ciudad del oriente cubano, las autoridades dialogaron con las personas que se manifestaban, de manera valiente, sincera, democrática y pacífica.

Pero no importa. Los medios internacionales siguen pintando la situación de Cuba como «límite», propia de un «estado fallido». Y siguen colaborando con el globo político-mediático de Washington y Miami, desde donde se trabaja para conseguir el agravamiento........

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