El incremento de campañas mediáticas de desinformación y tergiversación de la realidad de naciones latinoamericanas y caribeñas por parte de tradicionales medios occidentales, (con el creciente empleo de redes sociales convocando a exacerbar odios, toxicidad, divisiones y prácticas subversivas en países con ideologías diferentes a Washington), resultan una latente amenaza orientada a quebrantar la anhelada paz y desarrollo de los pueblos de la región .

Diferendos que en décadas anteriores fueron tratados de manera civilizada y sugerido acuerdos entre las partes en conflicto para solventar temas en controversia, se encuentran hoy en peligro ante la desenfrenada carrera armamentista y ambiciones de poder fomentada por el gobierno de EE.UU y alguns de sus transnacionales en el mundo, también dirigidas a intimidar a países desde el Río Bravo hasta la Patagonia. El caso de la Guayana Esequibo, (área en conflicto histórico entre Guyana y Venezuela) solo puede resolverse con diálogo y voluntad política. Y sobre todo, sin la participación oportunista de quienes solo buscan usurpar riquezas, ganancias, a costa del sacrificio y la vulneración de soberanía de otros pueblos.

Existe interés marcado y así lo ha declarado el gendarme imperial en la zona, el Comando Sur que dirige hoy su objetivo a la intromisión en los asuntos internos de otros países, y tiene la mira puesta particularmente en aquellos con recursos naturales y económicos importantes.

La Casa Blanca incentiva el asedio, las sanciones, los bloqueos y las críticas a las políticas de autodeterminación de naciones como Cuba, Venezuela, Nicaragua, y otros gobiernos elegidos por voluntad popular. Y lo hacen porque no aceptan que existan sistemas opuestos a sus designios, o que intenten instrumentar estrategias de desarrollo socio-económico más justas y equitativas para las mayorías de ciudadanos olvidados por décadas. La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños desde hace décadas viene apostando a la integración con el fin de lograr sostenibilidad económica y complementariedad de sus economías, frente a bloques en avance en el mundo.

Lamentablemente, el “democrático y paladín de los derechos humanos”, Estados Unidos, sigue apoyando uno de los crímenes más horrendos del siglo, la guerra genocida de Israel contra la Franja de Gaza. Esa zona se encuentra devastada, con más de 32 mil muertos y un gran número de desaparecidos y heridos; niños sin padres, madres sin hijos y familias enteras enterradas.

¿ A dónde a ido a parar la humanidad y el respeto a la vida? Al gobierno de Israel que ha cometido atrocidades, no se le expulsa de organismos internacionales por crímenes de lesa humanidad, ni se le aplican bloqueos para evitar siga expandiendo muerte y terror.Y esto está sucediendo en esta centuria de civilización ante el rechazo de la comunidad internacional que mayoritariamente, por su accionar, lo considera un genocidio.

De ahí la imperiosa necesidad de que la CELAC siga apostando a continuar siendo Zona de Paz, y los países que la componen potencien la unión como fuerza integradora con propósitos de beneficio para sus pueblos, e impidan las prácticas guerreristas y ubicación de bases militares y tropas extranjeras en territorios de la región.

Con extremismo y violencia se estimula cada vez más el terrorismo, ese que bombardea hospitales, escuelas, ametralla embajadas, asesina personal de Salud, humanitario, a civiles en edificios y viviendas, y quebranta todos los postulados del derecho internacional. De ahí que lo ejecutado por órdenes de Netanyahu, primer ministro de Israel contra los palestinos lleva implícito también, el calificativo de acciones terroristas.

Por estos días se intensica desde EE.UU. y Europa una cruzada de rusofobia extrema contra una de las naciones protagonistas principales de la lucha contra el nazifascismo, Rusia, censuran medios de comunicación (algo insólito en esta era), también manifestaciones de su cultura, ciencia, literatura, y se constata un actuar carente de lógica y sensatez.

Y contrariamente al combate antiterrorista que proclaman desde Washington, se silencia, minimiza o manipula información desde Occidente sobre actos extremistas ejecutados contra población civil rusa, víctima también del empleo de métodos terroristas como la reciente explosión en una sala de concierto, con miles de espectadores inocentes presentes, y que trajo consigo cientos de muertos.

La guerra entre Rusia y Ucrania debe cesar, se impone por el bien de ambos pueblos volver a dialogar y evitar se siga echando leña a ese fuego que puede espandirce, peligrosa y vertiginosamente. Y eso no conviene a la Unión Europea, tampoco a Norteamérica ni al resto del mundo, porque en este siglo de desarrollo nuclear y avance de tecnologías sofisticadas en armas, una tercera contienda mundial causaría un holocausto de consecuencias impredecibles.

Deben erradicarse los actos terroristas cualesquieran que sean. Hay ejemplos lamentables como el que aconteció contra la Embajada de Irán en Siria, la de Cuba en Washington, la de EE.UU. en países de África y Oriente Medio que tampoco ha estado exenta de ello.

Si continúa la violación de lo dispuesto para las sedes diplomáticas por Naciones Unidas se estará gestando un mundo de inseguridad, sumamente peligroso para todos, y sin distinción en el planeta. Y el más reciente y abominable hecho se suscitó en el Sur de América, en Ecuador, cuando vulnerando el derecho internacional fuerzas militares de ese país entraron violentamente a la sede de la Embajada de México, grave suceso que debe ser penalizado por su grave precedente.

La sed de ambiciones de poder hegemónico ilimitadas es la causa de los graves disparates que se producen actualmente en diversas latitudes geográficas. Hay que poner freno a la demencia guerrerista, y América Latina, el Caribe, y el resto del mundo( con gobiernos neoliberales, socialistas, progresistas, de ultraderacha u otras ideologías que puedan surgir), deberán priorizar por encima de las diferencias, la paz y el desarrollo armónico, sostenible y la mayor justicia social posible, para sus pueblos.

Otras informaciones:

Los problemas en Cuba se resuelven con su pueblo, no con injerencia ni manipulación de información extranjera

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La paz enarbolada por la CELAC y la ONU debe ser prioridad de los gobiernos

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12.04.2024

El incremento de campañas mediáticas de desinformación y tergiversación de la realidad de naciones latinoamericanas y caribeñas por parte de tradicionales medios occidentales, (con el creciente empleo de redes sociales convocando a exacerbar odios, toxicidad, divisiones y prácticas subversivas en países con ideologías diferentes a Washington), resultan una latente amenaza orientada a quebrantar la anhelada paz y desarrollo de los pueblos de la región .

Diferendos que en décadas anteriores fueron tratados de manera civilizada y sugerido acuerdos entre las partes en conflicto para solventar temas en controversia, se encuentran hoy en peligro ante la desenfrenada carrera armamentista y ambiciones de poder fomentada por el gobierno de EE.UU y alguns de sus transnacionales en el mundo, también dirigidas a intimidar a países desde el Río Bravo hasta la Patagonia. El caso de la Guayana Esequibo, (área en conflicto histórico entre Guyana y Venezuela) solo puede resolverse con diálogo y voluntad política. Y sobre todo, sin la participación oportunista de quienes solo buscan usurpar riquezas, ganancias, a costa del sacrificio y la vulneración de soberanía de otros pueblos.

Existe interés marcado y así lo ha declarado el gendarme imperial en la zona, el Comando Sur que dirige hoy su objetivo a la intromisión en los asuntos internos de otros países, y tiene la mira puesta particularmente en aquellos con recursos naturales y económicos importantes.

La Casa Blanca incentiva el asedio, las sanciones, los bloqueos y las críticas a las políticas de........

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